lunes, 26 de noviembre de 2012

Situación Demográfi ca de México 1910-2010

Durante los últimos cien años, las características de la población de México se vieron determinadas de manera
sustantiva por diversas circunstancias, entre ellas el fi n del Porfi riato, el periodo revolucionario y los posteriores esfuerzos emprendidos para reconfi gurar la dinámica demográfica del país.  Las decisiones tomadas en diferentes momentos del siglo XX en materia de planeación poblacional impactaron cada uno de los componentes del cambio demográfico y las consecuencias de estas transformaciones, a su vez, modificaron la forma de concebir y dirigir la política de población en el país.  Así, en el presente documento se distinguen dos estadios de la historia demográfica del siglo XX y principios del  XXI. La primera va de 1910 a principios de 1970, caracterizada, en primer lugar, por las consecuencias que tuvo el movimiento revolucionario en la población y, en segundo término, por la puesta en marcha de diversas estrategias que, después del estallido social, buscaban poblar el país y recomponer su dinámica poblacional.  La siguiente fase demográfi ca del último centenario  comprende la segunda mitad de la década de los años 70 y se extiende hasta nuestros días. El evento que marca el inicio de esta nueva etapa en la demografía del país es la instrumentación de la ley de población vigente hasta el día de hoy, marco a partir del cual se logra contener el acelerado crecimiento de la población, con la consecuente necesidad de enfrentar las implicaciones propias de la transición demográfica entre ellas el envejecimiento poblacional, así como problemas relativos a la distribución de la población y su movilidad dentro
y fuera del territorio mexicano. Aunque parezca evidente, es importante destacar que
la capacidad para identifi car, analizar e interpretar las tran
formaciones demográfi cas se encuentra estrechamente ligada a la evolución de los instrumentos de captación de información. Durante los últimos cien años, las estadísticas poblacionales en México han experimentado notables modificaciones no sólo en el volumen y naturaleza de la información que recaban, sino también en la calidad de los datos que proveen.De esta manera, en el documento se analizan los principales cambios en los niveles y tendencias de los componentes del cambio demográfico durante el último siglo, a partir de la información disponible sobre el comportamiento de cada uno de sus elementos, a saber, la fecundidad, la mortalidad y la migración interna e internacional.  Previo al análisis referido, el artículo se detiene brevemente en la descripción general de las principales fuentes de información estadística en materia demográfica, a fi n de dar cuenta de la evolución de las mismas a través del tiempo. Los primeros indicios que existen sobre el uso de la esta- dística demográfi ca datan del año 1116 de nuestra era y  provienen de los monumentos, códices y jeroglífi cos de los
primeros pobladores indígenas que llegaron al gran Valle de México. Una muestra de ello es el recuento que realizaba la población chichimeca cuando se encontraba bajo el mando del rey Xólotl; el recuento consistía en que cada persona depositara una piedra en un montón que después sería contabilizado. Este montón de piedras era llamado Nepohualco o Contadero.Durante la época de la Colonia se llevaron a cabo diversos ejercicios estadísticos en materia de población, sin embargo, fue hasta 1790 cuando por mandato del Conde de Revillagigedo se efectuó el primer trabajo importante y sistemático
de estadística demográfica en el país, que consistió en un censo que se levantó durante tres años y que reunía
información sobre las características de la población, de los recursos naturales, y de la manufactura, entre otros.
Después de consumarse la Independencia, Lucas Alamán (1830-1832) promovió por decreto, en mayo de 1831,
la realización del censo de población. Posteriormente, el presidente Manuel González (1880-1884) creó en mayo
de 1882 la Dirección General de Estadística ( DGE), que tenía por objetivo recabar, clasificar y publicar los datos
estadísticos de la población.  A partir de 1900 se estableció el levantamiento de un censo cada diez años, lo cual se ha cumplido de forma ininterrumpida hasta la fecha y con un número creciente de variables de interés involucradas. Alrededor de ese periodo se comenzó a obtener la información proveniente de los registros administrativos, organizando entonces una serie de estadísticas vitales que va de 1893 a 1910. Como los registros actuales, la principal función de dicha información era contar con datos sobre nacimientos, defunciones y matrimonios. Como es posible observar, el interés por conocer características básicas de la población, como su volumen, estructura y composición, existe desde tiempos ancestrales y, desde entonces, alienta el diseño de instrumentos de recolección de información cada vez más detallados y de mayor envergadura.  Según se verá más adelante, conforme transcurre el tiempo, la dinámica social tiende a tornarse cada vez más compleja, afectando el comportamiento de las variables demográfi cas, al mismo tiempo que se ve alterada por las mismas. Esta interrelación de estrecha reciprocidad requiere de instrumentos progresivamente
más renados para su  análisis, lo cual obliga a mejorar la calidad y la cantidad de  la información recabada. De este modo, a partir de las fuentes de datos disponibles hasta el momento, a continuación se destacan algunos de los rasgos más notorios de la evolución de la población y sus componentes en México, a partir de la segunda década del siglo XX, signada indudablemente por el movimiento revolucionario. Evolución de la población y sus políticas A un siglo de iniciado el movimiento de la Revolución Mexicana, el país ha vivido una serie de cambios demográficos innegables; algunos de los cuales no han revertido su tendencia desde entonces —como el incremento en la esperanza de vida, el decrecimiento de la mortalidad infantil o el crecimiento de la población urbana frente a la rural mientras que otros no han seguido una evolución lineal como la fecundidad e, incluso, se espera que en el futuro se comporten de manera inversa a como lo han hecho hasta ahora —como la mortalidad general. De acuerdo con datos del censo de 1910, México contaba entonces con una población cercana a 15.2 millones de habitantes (7.5 millones de hombres y 7.7 millones de mujeres) y su estructura por edad era sumamente joven, pues 42% de la población correspondía a individuos de 15 de edad o menos. Entonces, la proporción de adultos mayores (65 años y más) representaba apenas al 2% del total.
La lucha revolucionaria con la que el país entra a la segunda década del siglo XX impactó notablemente no sólo la vida social y política de México, sino también sus características demográfi cas. En el denominado Censo
General de Habitantes de 1921 ofi cialmente se contabilizó a una población de 14.3 millones de habitantes (7.0
millones de hombres y 7.3 millones de mujeres), es decir, alrededor de 900 mil habitantes menos. En la
historia demográfi ca del país, éste es el único ejercicio censal que ha registrado un monto de población inferior
al del censo precedente. El decremento en el volumen de la población, registrado
a once años de iniciado el movimiento armado, obedece alas muertes ocasionadas por el mismo confl icto, pero también a otros factores, como el incremento de la migración, la disminución de los nacimientos, así como la mortalidad  por propagación de enfermedades infecciosas y parasitarias,  tales como la infl uenza española, brotes de tifo, meningitis, ebre tifoidea y sarampión. La escasa tecnología en materia de salud de la época y las difíciles condiciones que experimentaba la infraestructura sanitaria del país en aquel momento, dificultaban el tratamiento de las enfermedades, las cuales terminaban por convertirse en epidemias.  Sin embargo, en los años posteriores al periodo revolucionario el proceso de reconstitución del país mejoró de. Se estima que durante este periodo, se perdió un millón de vidas e incluso algunos autores sostienen que de no haber atravesado México por los años que ocuparon a la Revolución, el número de habitantes en el país pudiera haber ascendido a 17.2 millones de personas (CONAPO, 1993:20). manera sensible las condiciones de vida de la población,
avance que se ha sostenido gradualmente a través del tiempo, aunque el perfi l epidemiológico ha tendido a complejizarse. De este modo, desde entonces el incremento poblacional en términos absolutos ha sido constante

Al inicio de la década de los años 30, México aún se encontraba convulsionado, tanto por acontecimientos nacionales —como la crisis política del momento que derivó en el asesinato de Álvaro Obregón en 1928—, como internacionales la crisis económica causada por la Gran  Depresión de 1929.  Ante la necesidad imperiosa de recomponer la dinámica social del país y sentar las bases para su desarrollo, tomó fuerza la noción que relaciona a éste con el volumen de la población. Así, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, el objetivo de poblar a México a través de diversas iniciativas fue consignado en la primera Ley General de Población del país, promulgada en 1936.

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