domingo, 25 de noviembre de 2012

La visión educativa del siglo XIX en México


La educación en México ha ido tomando forma a través del tiempo, forma que no se ve realmente definida debido a los constantes cambios estructurales en la política, la cultura y el gobierno de este país, cambios que se han gestado  durante el siglo XIX y que fueron manifestaciones de diferentes acontecimientos y  tendencias internacionales retomadas desde la antigüedad y que tomaron fuerza durante los períodos de las ilustraciones generadas principalmente en Europa. Sin embargo habría que mencionar que la educación en México, dentro sus altas y sus bajas, ha manifestado un gran avance que aún no es suficiente, tomando en cuenta que éste se compara con países que son parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en donde países como Japón, Finlandia, Inglaterra y Suiza, figuran por su buen desempeño en el ámbito educativo. Esto ocasiona que en el momento de hacer comparativas en cuanto al nivel de desempeño en la instrucción, se observe el bajo nivel presentado por México, sin tomar en cuenta las condiciones reales de un  país que depende de un sistema de gobierno deficiente y que a pesar de eso, trata de mejorar aún y cuando las situaciones contextuales no son las mismas que en los países antes mencionados. Situación que se ha venido presentando desde los orígenes de este País, afirmación que toma como referencia en este escrito, la incertidumbre que se vivía en el siglo XIX y que ha prevalecido hasta nuestro siglo XXI en diferentes niveles yaspectos que a continuación se abordarán.  De acuerdo a los comentarios anteriores, durante el desarrollo del presente  análisis se expondrán diferentes variables que podrían justificar y sustentar lo antes mencionado, para así tener una visión de cómo se fueron gestando esos  avances y cuáles fueron los motivos que ocasionaron el estancamiento y el desorden educativo que aún prevalecen en nuestras instituciones.
Así como también, se realizarán comparativas de resultados en cuanto al nivel educativo de diferentes países y que permitirá observar el camino recorrido durante el siglo XIX en materia educativa, comparado con la cobertura que se tiene de la educación en el siglo XXI y finalizando con un análisis del nivel educativo de México con respecto a países integrantes de la OCDE para tener una perspectiva completa y fundamentada de lo que falta por hacer en el sistema educativo de manera general.

Religión y sociedad

Durante el siglo XVIII se inicia una nueva visión acerca del conocimiento mediante la razón llamada Ilustración, esta se basó en el empirismo y liberalismo de John Locke, el cual toma fuerza aunque la religión, en esos momentos, todavía mantenía un gran dominio de ideas en la mayoría de los pensamientos europeos, sin embargo surgía una nueva forma de pensar en la que se le daba prioridad al conocimiento surgido de la explicación basada en experiencias planteadas como parte de un método experimental o proceso establecido en las ciencias. Durante ese proceso se manifestaron los puntos de vista liberales y empiristas en diferentes países como Inglaterra, Francia, Alemania y España. Esta última como base de nuestra cultura,  permeó la visión de la educación en la Nueva España durante ese mismo siglo y además en los primeros años del siglo XIX en donde se observaba un gran desorden e ignorancia, pues el clero todavía manifestaba dominio de ideas en la gran república de la Nueva España.  La gran variedad de etnias y mezclas de razas que eran características de la nueva España, evidenciaban la diferencia entre los distintos sectores sociopolíticos y socioculturales, debido a que, previo al siglo eran muy marcadas  las razas de acuerdo a su “tipo de estirpe o sangre” los cuales le daban a un individuo las condiciones de vida, que en su caso, se heredaban de generación en  generación a menos de que existiera una posibilidad de ascender dentro de la escala social comprando con dinero su “nueva posición” dentro de la misma. Durante esta época y en la primera mitad del siglo, se le obligaba a los maestros a impartir clases de religión, por lo que se manifestaba el gran control del clero en cuanto a las ideas de los ciudadanos que manifestaban una característica de sumisión e ignorancia, pues el pensamiento liberal no había arraigado sus principales ideas sino hasta después de la independencia del país.  Durante la independencia de la primera mitad del siglo XIX  surgen las escuelas de las primeras letras y la acción de las escuelas lancasterianas, que aunque fueron aceptadas durante casi todo el siglo, también fueron criticadas por la prensa del país en esos tiempos, opinando que en las escuelas sólo se le enseñaba a las personas para aparentar y no para “ser” y además también se mencionaba que la escuela enseñaba cosas inútiles, banales y de poca utilidad para la vida. Por otra parte, surge también por primera vez la propuesta de la educación pública y gratuita durante los primeros “ensayos” sobre lo que debería ser la educación en el país en esos tiempos. Con respecto a los ensayos, el primero se realizó en el año1823, sin gran novedad o avance estructurado y determinante, debido a que fue el primero de una larga lista de buenas voluntades que fueron cambiando y originando las características actuales del sistema educativo en México. Durante estos ya mencionados “ensayos”, se observaron cambios que nunca tomaron el nivel de ley, sin embargo sí regían el sistema de manera momentánea en ésa parte de la historia, debido a la gran inconsistencia de los gobiernos y sus posturas filosóficas. Ahora, la educación con matices católicos o religiosos, siguió vigente, hasta que con las reservas del  caso, fue apareciendo la palabra “laicismo” junto con la visión liberal que proclamaba la época ilustrada de la nueva nación, ocasionando posturas encontradas y pugnas de pensamiento con respecto al manejo del escepticismo y la religiosidad o “fe” como rector del  pensamiento humano.

La borrasca que presentaba el nuevo país surgido de una conquista que ocasionó múltiples tendencias de pensamiento por la contaminación de ideas de segregación racial, fue la causa de su futuro incierto, en donde se observan grandes inconsistencias en el aspecto educativo, pues era evidente que durante ésa época se encargaban más de las cuestiones de dominio político y no de instruir a los ciudadanos. Se observa también que a pesar de tal postura del gobierno, existían personas que serían claves en promover la educación, en parte como la conocemos ahora “pública y gratuita”, uno de esos personajes fue Lucas Alaman quien en 1832 apoyó el quinto ensayo para las nuevas letras y la ilustración como necesidad del pueblo, como se observa en el Artículo 1o. del mencionado ensayo  y que dice que “la enseñanza costeada por los fondos públicos será pública, gratuita y uniforme” (Meneses, 1998. P. 116).
Algo que se observa durante esta década y durante las actuales, es que la educación quedaba relegada a un segundo o tercer término, debido a que los gobiernos vigentes tomaban como pretexto que se debía cubrir, en primer término, las necesidades básicas no satisfechas por el mismo gobierno en la sociedad, por lo que no había suficiente dinero para poner en marcha dichos ensayos, dejando la educación de las personas a su suerte y relegando la parte fundamental de los derechos de las personas como, el acceso a la educación por debajo de las necesidades básicas fundamentales como el derecho a la vida y libertad, tal fue el caso de los ensayos de 1823 y 1826 que no se llevaron a la práctica por escaso recursos económicos. Otro aspecto que se observa, es que los gobiernos imponían posturas ideológicas que se originaban en el vaivén de presidentes que permanecían poco tiempo y que cambiaban también las formas de operar del sistema educativo que estaba bajo su mando, originando una anarquía total, como lo sucedido durante el gobierno de Santa Anna de 1834 a 1835.  La incertidumbre en la educación se hacía manifiesto en esas épocas junto con otras situaciones, como la inestabilidad del país de manera general ocasionada por la poca infraestructura carretera y de comunicaciones, que no permitía la implementación de un sistema educativo que pudiera controlarse de manera adecuada, por lo que el gobierno recurría a las parroquias de cada uno de los pueblos para que los clérigos apoyaran en las laborees educativas, dejando al clero un campo muy amplio de acción que hacía vigente la educación con tinte religiosos aún y cuando ya existían posturas que estaban a favor del conocimiento empírico que no iba de acuerdo con la visión teológica de la educación de esos tiempos.  

Educación de género

En lo que respecta a la educación de género, es importante señalar que desde los antepasados prehispánicos, se realizaban de manera separada, continuando así en algunos casos hasta nuestra actualidad, porque aún este tipo de organización, se presenta en instituciones particulares, no así en las instituciones públicas, en donde no se permite la incursión de la religión y la educación separada por motivos constitucionales. Hablando en cuanto a la preparación educativa que se les proporcionaba a las mujeres del siglo XVIII y XIX, se puede mencionar que las mujeres estaban confinadas al uso de la aguja y el hilo y en el mejor de los casos, se les preparaba con respecto al fortalecimiento y refinación de los buenos modales así como también se les proporcionaba instrucción sobre los quehaceres del hogar, quedando así de manifiesto la segregación de la mujer durante esas épocas, segregación que se ha seguido presentando en algunos estratos de la sociedad, como el laboral, político, cultural y el educativo.
En estos casos las mujeres siempre han tenido ese estigma de mal trato y etiqueta de función dentro de las sociedades, que de cierta manera proporcionaban en esas épocas tranquilidad a las mismas, estableciendo patrones de conducta que en la actualidad se observan obsoletos, debido a que la mujer ha mostrado gran capacidad de superación y de desarrollo de competencias y habilidades que han venido manifestando a través de la historia. Las discriminaciones van desde el núcleo familiar, donde se asignaban funciones específicas e inflexibles, hasta el ámbito laboral, en donde no se le permitía a la mujer ganar más que un colega varón. Esta situación se repite hasta la actualidad, por lo que se tiene mucho que hacer desde ese punto de vista.  Uno de los aspectos más deplorables de incertidumbre durante la educación en siglo XIX, era que la mujer no tenía opción de superación, aún y cuando se le permitía tener participación dentro del ámbito educativo. Por tal motivo se observa una casi nula participación dentro de la vida política del país, siendo los actores de la educación en esa época casi en su totalidad varones, que aunque no demostraban tener la  suficiente capacidad, eran seleccionado por el compadrazgo o nepotismo para ocupar puestos políticos de alto nivel durante los períodos y mandatos de distintos presidentes de la nueva república, hechos que originaban de cierta manera un antecedente inadecuado que generó lo que se llama “educación adolescente”, educación que en México se presentó notablemente con todos los actores que por “influencias” seleccionaban gentes poco capacitadas para tales puestos, en donde se requerían además de una preparación, competencias evidentes que pudieran hacer la diferencia dentro del sistema educativo mexicano de esa época.  El término “adolescente” no se refiere a un sistema educativo joven, que en comparación con los países europeos mencionados como parte del origen de la ilustración, sí podría utilizarse ese calificativo, sin embargo, el término se refiere a que el sistema educativo mexicano en esos tiempos, adolecía de forma, estructura, fundamento, coherencia, congruencia y tantos calificativos más, porque siendo un país que se gestaba como independiente, se observaba una gran falta de orden de ideas, debido a su pluriculturalidad. Además, las ansias por obtener el poder de ciertos estratos con pensamientos divergentes, hacían que la educación se manifestara como un péndulo que oscilaba entre pensamientos de liberalidad y conservacionismo. Junto con la deficiencia de estructura organizacional, se observaba una gran carencia de infraestructura que impedía el desarrollo adecuado de las pocas academias que existían principalmente en el centro de la república, que hacinaban a una gran cantidad de alumnos en espacios relativamente pequeños y que por tal motivo, los maestros de aquella época tenían que apoyarse de alumnos avanzados y de buen comportamiento, con el fin de hacer un buen trabajo en la impartición de la instrucción hacia los alumnos menos favorecidos en diferentes aspectos como disciplina, conocimiento o habilidades de lectoescritura, tal es el caso del sistema Lancasteriano, que permitía el apoyo de “monitores”, los cuales eran alumnos avanzados que ayudaban a maestros a comunicarles o transmitirles conocimientos a los alumnos que iniciaban proceso educativo.  

Método Lancasteriano

La escuela Lancasteriana fue muy importante durante el siglo XIX, debido a que con ella se permitió tener una primera incursión como sistema educativo en casi toda la nación, no obstante fue muy criticada debido a sus propios métodos de trabajo, pues permitía el castigo corporal de los alumnos que causaban problemas, permitía los azotes y castigos con correctivos muy severos. Sin embargo casi después de la primera mitad del siglo y durante el regreso del gobierno Juarista de 1868, se permitió que la escuela lancasteriana tomara las riendas de la educación con limitantes que iban desde oprimir la enseñanza religiosa y evitar los castigos corporales y psicológicos a los estudiantes de las escuelas, generando así una mayor confianza hacia el sistema educativo, en particular hacia las escuelas Lancasterianas. Ahora, si se piensa en la actualidad, se podría afirmar de acuerdo a las situaciones que estudiantes experimentaron en algunas ocasiones, que desde la enseñanza de las primeras letras durante el transcurso del siglo XX y hasta el siglo XXI, se escucha a los, hoy adultos, decir que en las escuelas en donde estudiaron, habían tenido una especie de maltrato, que iba desde imponer orejas de burro, hasta los azotes en las sentaderas y en las manos, o en el peor de los casos lanzamiento de proyectiles, como borradores, gises y otros objetos, que se lanzaban directo hacia la cabeza o cualquier parte del cuerpo del estudiante en cuestión. Esto denota que hasta la actualidad prevalecen estos tipos de prácticas que adolecen de fundamento pedagógico y carecen de buen trato y respeto a los derechos de los seres humanos. Todavía en la actualidad se puede observar en algunos medios de comunicación, que en pleno siglo XXI se presentan casos, aunque aislados, muy serios en cuanto al maltrato de estudiantes en las escuelas, que van desde el psicológico al físico y sexual, por parte de algunos integrantes del personal de las escuelas. Esto permite englobar el punto de vista de que el sistema educativo mexicano, ha ido arrastrando a través de una buena parte de la historia, un lastre, como lo es el sistema de correctivos a la manera del sistema educativo Lancasteriano, que ha permeado y ha sido muy difícil erradicar del sistema de prácticas educativas en México.
Una de las cualidades del sistema Lancasteriano, es que permitía a los profesores de esa época, tener el control de la disciplina de los pupilos aunque de manera autoritaria, además les permitía mantener ocupados a los alumnos durante gran parte del día, permitiendo que las actividades sociales se llevaran a cabo de una manera fluida y sin problemas. Sin embargo este sistema de enseñanza fue muy criticado durante la segunda parte del siglo XIX,  que en el período del regreso de Juárez hacia el año de 1867,  se les prohíbe terminantemente el tipo de maltratos a los que los alumnos eran expuestos, y se cambia por decreto la manera de proceder de los maestros con respecto a los alumnos, siendo un parte aguas para el cambio o modificación de los procesos de enseñanza en el siglo, además, como ya se había señalado anteriormente, es importante enfatizar que durante este período,  donde se promulgan las leyes de Reforma, se suprime la enseñanza religiosa dentro de las escuelas que enseñaban con el sistema lancasteriano.  

Constitución de 1857

Uno de los parte aguas que marca el progreso del sistema educativo en México y que prevalece hasta la actualidad, es la proclamación de la Constitución de 1857 que toma en cuenta la educación declarándola libre y exenta de los votos  monásticos, además, deroga los privilegios del clero, lo cual generó una gran  inconformidad por parte de los pensadores que iban con la doctrina conservadora, generándose así la Guerra de Reforma de 1859 en donde ya se mencionó que los liberales fueron los triunfadores. Sin embargo y a pesar de todo lo que se ocasionó, después de la Constitución surgen en 1861 y 1865 durante el período del paréntesis del imperio de Maximiliano, el undécimo ensayo y el duodécimo ensayo educativo respectivamente, que proponían la creación de escuelas para niños de ambos sexos y la inclusión del estudio del sistema de pesas y medidas, además de suprimir el catecismo y sustituirlo por la enseñanza de la moral. Otro de los aspectos que se observan durante el duodécimo ensayo, es la enseñanza gratuita y obligatoria, que también fueron ejes rectores durante esa época. Es importante hacer mención que la constitución, aunque no fue determinante hasta la actualidad, sí sentó un precedente ideológico que permitió darle forma al pensamiento educativo del país, debido a que hasta la actualidad se puede observar que la educación, aunque se fue gestando como laica y obligatoria, por las influencias de las ilustraciones europeas, no es sino hasta que se estableció la constitución de 1857, donde toma fuerzas la idea de la educación pública exenta del clero y de cualquier otra ideología. No obstante siguieron existiendo hasta hoy, escuelas con tintes religiosos, debido a que el estado tanto en la época del siglo XIX y hasta este siglo XXI, no pudo ni puede ofrecer una educación para todos, lo que provoca que particulares establezcan escuelas privadas como negocios familiares o en el caso de las iglesias, establezcan centros educativos con el afán de promover sus pensamientos religiosos paralelamente con el pensamiento científico establecido por el sistema educativo nacional.
Esto hace ver la gran deficiencia que se tiene para establecer cobertura total de la educación para los jóvenes, que en gran parte, todavía se tienen que remitir a este tipo de centros educativos con tientes religiosos y que muchas veces acaban con imponer ideologías y provocar un gran desequilibrio de pensamientos que incurren hasta en las ideologías políticas, sociales, morales y en general, culturales.

Pensamiento liberal vs conservador

Uno de los aspectos que originó la borrasca e incertidumbre en el sistema educativo mexicano de la época, fue la lucha entre el pensamiento liberal y el pensamiento conservador de algunos actores de la política del país, como Félix Zuloaga (conservador) y Benito Juárez (liberal), en donde éste último, propuso el plan de Ayutla que eliminó privilegios para el clero, el ejercito y la clase acaudalada, originando una lucha de la cual salió adelante Benito Juárez, siendo reconocido por Norteamérica como Presidente de la República. Sin embargo y después de tal evento, los conservadores al sentirse desplazados establecieron acuerdos con Napoleón III de Francia , quien tuvo como acción de intervención,  una guerra de invasión en nuestro país el año de 1862 y que no surtió frutos para la mejora de la educación, debido a que ésta, se relegaba al antojo de lo que en ese momento el poder tenía como perspectiva de la misma, por tal motivo se presentaba como una necesidad a medias, pues el pueblo en su infinita ignorancia no tenía el fundamento para exigir una mayor atención  en esa parte tan importante que forma al ser humano como lo es la instrucción y el conocimiento.  Aún y cuando los conservadores habían ganado con Napoleón III y Maximiliano (1863 – 1867) como máximo jefe de la nación, al establecer reglas en cuanto a la educación, siguió manteniéndola lejos de la injerencia del clero, aspectos que no formaban parte del pensamiento conservador, porque para esa época, Francia  lo tenía muy claro, pues ellos, hacía un siglo habían cambiado sus formas de percibir la educación, en cuanto a la no intervención del clero en esos asuntos educativos. Este fenómeno no fue muy del agrado de los conservadores que se habían apoyado de los franceses para establecer e imponer sus pensamientos. Uno de los aciertos del mandato de Maximiliano, fue la creación de las  Normales, de ahí que estas fueron  retomadas durante la reconstrucción del  gobierno Juarista en 1867 con Barreda al frente de la educación del país.

Observándose en ese entonces una división entre maestros de primera, segunda y de tercera, que según Barreda y su ley, los dividía de acuerdo a las necesidades de ese entonces. Esta ley se basaba en las características de las comunidades para así poder seleccionar el tipo de maestros que debían hacerse cargo de las mismas. Otra de las aportaciones de la reforma educativa de Barreda por encargo de Juárez, fue que la enseñanza debía llevarse a cabo con el método experimental, por lo que propone utilizar la inducción y deducción como parte de ese método de instrucción, originando mejores posibilidades de desarrollo del pensamiento científico en los alumnos de educación básica.
Las diferencias de los maestros de primera, segunda y de tercera, partían desde el currículo de preparación, en donde los maestros de primera tenían mayor carga académica, en comparación a los maestros de tercera, que no tenían una gran variedad de asignaturas para desarrollar según los programas específicos de cada uno, por lo que esto permitía observar la segregación tanto de profesionistas como de estudiantes de acuerdo a su “entorno”. En base a lo antes mencionado se puede observar que seguía siendo un gran problema para los representantes del gobierno federal, establecer métodos o modelos efectivos en la preparación de maestros y en la educación en general. Sólo se observaba un eje rector en común y que hasta nuestras fechas se puede observar como fruto de esa borrasca de pensamientos, esto es, que la educación debe ser “gratuita, y laica”.

Escuelas Normales

Las escuelas Normales tuvieron un auge importante durante esta época, debido a que la figura del maestro cobra importancia desde que el pensamiento de la ilustración, liberal y empirista, surgen desde el viejo continente, sin embargo la figura del clérigo no disminuye su importancia dentro de la instrucción sino hasta fines del siglo en donde se consolidaron las escuelas Normales como únicas  capacitadoras de maestros y que permitían tener una mejor visión en el ámbito  educativo del país. Aún y cuando existieron momentos difíciles en cuanto a la economía de los maestros, estos no dejaron de existir debido a la vocación de muchos de ellos que soportaban condiciones precarias para impartir sus clases, revisiones periódicas de “autoridades de la educación”, exámenes de aptitudes y currículos totalmente fuera de la realidad que se vivía en México en esos tiempos. Las escuelas Normales fueron cruciales para que el sistema educativo no colapsara en esos tiempos de irregularidades y diferencias del pensamiento humano. Ahora, con respecto a la división que existía en las escuelas donde separaban a los hombres de las mujeres, se observó que en las Normales también separaban el currículo de  los hombres y el currículo de las mujeres, pues estas estaban asignadas a  transmitir quehaceres del hogar y técnicas de manualidades, lo cual ponía en franca desventaja la profesión y el conocimiento que las mujeres podrían adquirir para su superación personal, tanto para las maestras como para las alumnas.  Es evidente que durante todo el proceso de creación, implementación y seguimiento de las Escuelas Normales del país, se tiene de manifiesto que ha habido cambios significativos con respecto a la actualidad, como el de ahora permitir que la Normal sea igual para todos, sin importar el género o ideología, sin embargo, se puede observar también que el ejercer como Maestro todavía a dejado mucho qué desear, pues a causa de la creación de esquemas escalafonarios inflexibles y de poco criterio, se ha creado una clasificación implícita de maestros de primera, de segunda y de tercera.
Esto obedece también a los esquemas sindicales que están impregnados de corrupción y que han permeado también el sistema educativo hasta la Secretaría de Educación, puesto que ahora aún y cuando existen exámenes de oposición, se sabe que existen plazas asignadas de manera directa a personas con las que se adquieren compromisos de diversas maneras, por lo que se sigue observando la gran carencia de acciones de fondo que permitan establecer sistemas confiables y que permitan el acceso al trabajo a docentes, con competencias reales para desempeñar el arduo trabajo que implica la educación.
 
Resultados de los congresos de Instrucción

Durante el porfiriato se realizaron tres congresos de instrucción obteniendo resultados muy favorables y que daban sentido a la propuesta de lo que la educación debería tener como base de forma en esos tiempos de incertidumbre. Con la mejora de la infraestructura de los caminos y redes ferroviarias, se pudo proponer la existencia de maestros itinerantes y se propuso también durante este primer congreso, descentralizar las escuelas, tratando de crear escuelas no sólo en las cabeceras municipales sino también en los pueblos pertenecientes a ella, es por eso que durante esos congresos se podía observar las necesidades que en esos tiempos partían desde la infraestructura insuficiente, aspecto que vino a establecer una prioridad para el período del porfiriato. Durante este primer congreso también se propuso dignificar el ingreso económico de los maestros, sin dejar a un lado la visita de inspecciones escolares para revisar el desempeño de los mismos. En lo que respecta al segundo congreso, en éste surge como propuesta la creación del libro de texto, que se origina como una excelente propuesta que en tiempos posteriores toma importancia y se lleva hasta nuestros tiempos, además se habla de los útiles e infraestructura necesarias para el trabajo en las escuelas, propuesta que de cierta manera es adecuada debido a que como se mencionó anteriormente, en aquellos tiempos se tenían que hacinar una gran cantidad de Estudiante en espacios muy limitados y con carencias de materiales didácticos y utensilios como bancos, pizarras y pizarrones, que eran y son básicos hasta nuestros tiempos. Estas acciones y acuerdos, permitían ver la gran suma de buenas voluntades que se pretendía conjuntar para que la educación tuviera un repunte durante esa época, pues algo que sí tenía como visión el presidente Porfirio Díaz, era la mejora de la infraestructura en todos los aspectos de la vida nacional. Ahora, durante el tercer congreso no se obtienen grandes acuerdos significativos; sólo se habló del cultivo de las humanidades y de la identidad nacional en la educación, ya que en esos momentos era indispensable, puesto que la república no tenía forma ni definición debido a la diferencia de estratos y de posturas políticas.  Recapitulando estos tres congresos, se puede observar la suma de grandes voluntades que después se cristalizarían durante el siglo XX y que hasta esta época, todavía se pueden observar como importantes acuerdos que se hicieron ley y que permitieron ir dando forma a lo que hoy prevalece como sistema educativo nacional. Sin embargo es obvio que se necesita trabajar todavía en cuanto a educación se refiere, debido a que como se analizará más adelante, México está compitiendo con países con economías de primer mundo y que tienen altos untajes ante organismos internacionales, en donde México no figura debido a su bajo desempeño y calidad en la educación del país.

El período del porfiriato 

En el Porfiriato, lejos de las posturas encontradas sobre su dictadura y suproceder, se observó que mostraba interés por mejorar la educación del país, sin embargo no era suficiente para satisfacer las necesidades que como pueblo tenía esta nación, en cuanto a las indispensables necesidades de comer y tener vestido para sobrellevar la vida, además la educación que se impartía tenía aún la característica de ser centralizada en su mayor concentración y elitista en su acción. Esto originaba la inconformidad del pueblo que estaba sumido en el letargo de la pobreza y la explotación.
En esta época se manifestaron tres etapas que son: la de pacificación, apogeo y decadencia. Cabe mencionar que durante la etapa de pacificación, son tomados el método Fröebel y Pastalozzi de enseñanza aplicados en Veracruz; que venían mostrando un gran éxito en su aplicación con los estudiantes de esas regiones, sobre todo con el método de Fröebel, el cual proponía la enseñanza objetiva basada en el aprendizaje activo del niño; este método tomó el nombre de Kindergarten, método que hasta esta época sigue vigente.
Es por eso que la educación en este siglo, aunque deficiente, sentó bases importantes para la caracterización de la educación en general de tiempos  recientes en esta nación y que se podría decir, que si se hubiera tenido un mejor seguimiento de estos modelos exitosos y se hubieran aplicado con mayor rigurosidad dentro del sistema educativo de esa época y la actual, se estaría
hablando de un mejor lugar en el ámbito internacional o mundial.
Ahora, durante el apogeo se consolidan algunos aspectos que venían
teniendo presencia durante todo el proceso del siglo, como lo son las escuelas
normales, las preparatorias y la educación laica y obligatoria, es por eso que
durante el proceso evolutivo de la educación en esos tiempos es de vital
importancia observar que en esa parte de la historia se implementaron, aunque con
las deficiencias ya mencionadas respecto a lo elitista de la educación y a las pocas
posibilidades de los pobres. Con la última fase de decadencia vino todo el proceso
de revolución de ideas que terminó por el ya conocido destierro de Porfirio Díaz y
que inició una nueva etapa en la vida educativa del país, aunque no con muchos
cambios y sí con muchas necesidades que cubrir debido a la revuelta generalizada.




La escuela veracruzana

La escuela veracruzana aportó un gran cúmulo de ideas y métodos exitosos
que desafortunadamente eran dirigidos y propuestos por extranjeros como lo son
Enrique Laubsher (alemán) y Enrique Rébsamen (suizo), quienes aplicaron los
métodos de Fröebel y Pestalozzi en la educación básica de ese estado mexicano.
Este es un aspecto que se debe  analizar y discutir debido a que siempre en
situaciones de necesidades de proponer innovación en cualquier ámbito de la
sociedad, México ha estado a merced de lo que otras personas en otros países han
implementado y les ha funcionado, sin tomar en cuenta los distintos contextos que
conllevan el éxito de la implementación de programas educativos. Estas
situaciones se han presentado desde la antigüedad y han prevalecido hasta
nuestros tiempos, ocasionando lo que se mencionaba anteriormente sobre la
adolescencia del sistema educativo mexicano. En este aspecto, se observa que la
falta de iniciativa para la propuesta e implementación de métodos que puedan
funcionar en el contexto educativo de México. Una vez más, queda en evidencia  el mal que se ha venido arrastrando desde los tiempos antiguos y que siguen
vigentes en los procesos y dinámicas del trabajo en cuanto a los planes,
programas y hasta las posturas pedagógicas y filosóficas, así como los métodos de
enseñanza, dejando atrás la creatividad de algunos mexicanos que no son
escuchados y que están a la espera de realizar propuestas que pudieran funcionar,
siempre y cuando existiera la posibilidad de un cambio estructural de fondo y
forma, como es el caso en el que existen pocos investigadores en la educación en
el país, que también son poco valorados y que sufren las consecuencias de la
ignorancia por posturas que asumen perjudicando así, los intereses de algunas
personas que están en puestos de poder y que se limitan a considerar a personas
que siguen tendencias establecidas por ellos.

Proyección de eficiencias terminales del siglo XIX y XXI

Durante el siglo XIX y específicamente a finales del mismo, se puede
observar un avance con respecto a la visión estadística que se tenía en cuanto al
servicio de educación que el Estado brindaba a su pueblo, quedando así un
antecedente valioso sobre la situación educativa del momento. A pesar de todos
los congresos y ensayos que se realizaban en la época y que cambiaban con el ir y
venir de líderes, a pesar de que existía una gran voluntad por brindar educación
adecuada al pueblo, ésta no se consolidaba.  Hechos que se observaban cuando los
congresos quedaban sólo en acuerdos obtenidos. Lo antes mencionado se puede
constatar observando la estadística de ese entonces, para que comparándola con la
estadística actual, se pueda tener un panorama más amplio de los avances en
materia de educación básica  media y superior en México. Por lo que iniciando
con el comparativo, se puede observar que la eficiencia terminal durante el siglo
XIX fluctuaba entre un 2.5% y un 3.5% de la matrícula nacional que por
mencionarlo era de entre 51, 606 alumnos de educación básica en el año de 1897
y 48,856 alumnos en el año de 1900 (Meneses, 1998), esto deja ver que existía en
ese entonces una deserción de entre el 96% y 97% de la totalidad de los alumnos inscritos, tomando en cuenta también, que la matrícula no cubría en sus totalidad
el territorio nacional (Moreno, 2009). 
Esto permite ver la gran dimensión del problema que implicaba brindar
educación a todo un pueblo y que la borrasca que en ese entonces se vivía en
México, no permitía poner énfasis en la atención a la educación de los mexicanos,
generando un gran hueco educativo que no se ha podido resolver aún y en
nuestros tiempos, debido a que si se toma en cuenta que se ha logrado un gran
avance en comparación con aquella época, es claro que aún se necesita más que
eso, para poder competir en cuanto a educación se refiere con otros países con los
que se compara México y que a pesar de que esos países también han tenido
situaciones particulares que sortear, han podido salir adelante y han logrado una
educación por lo menos generalizada, que les permite estar en estándares muy por
arriba de la situación en la que se encuentra este país en los organismos
internacionales como la OCDE, que establece sistemas de evaluación y que
realiza comparativas económicas y educativas de diferentes países del mundo que
pertenecen al mismo.
Hablando de proyecciones sobre la cobertura de la educación y la eficiencia
terminal entre el siglo XIX y XXI se puede observar que en México en los
primeros años del siglo XXI, se manifestó un avance de eficiencia terminal según
(Rodríguez, Nakamura & Moreno, 2008) de un 94.4% de una matrícula nacional
de 21, 463,861 estudiantes de nivel básico, de entre los cuales no asiste a la
escuela el 5.6% de alumnos a nivel nacional. Que traducido a números específicos
no asisten 1, 205,152 alumnos que corren el peligro de quedar en el camino. Esto
hace notar que aún y cuando ha habido un avance notablemente significativo, no
se ha podido cubrir un 100% de la educación para la población estudiantil de
educación básica, pues a parte de que esa cantidad de individuos corren el peligro
de no terminar, existe una proyección que mencionan los mismos autores acerca
de que el Consejo Nacional de Población (CONAPO) sostiene que de seguir con
esta tendencia para el ciclo escolar  2015 – 2016 se espera que 705,840 alumnos de entre 6 y 15 años, no terminen sus educación básica. Ahora, con respecto a la
educación superior que imparte el estado se puede mencionar que según Latapí
(2007) “En 1970 existían 2 licenciaturas universitarias en Pedagogía con 270
estudiantes, hoy hay cerca de 100 con más de 12,000 estudiantes” (p.3). Esto
quiere decir que aún hay mucho que hacer con respecto a la implementación de
procesos de capacitación a profesionistas para crear en ellos las ganas de
superación continua, debido a que también se observa que durante el siglo XX y
específicamente,  “En 1970 había sólo una Maestría en Pedagogía, por 1979 eran
ya 18, y hoy sobrepasan las 150” (Latapí, 2007. p 3). En cuanto a los posgrados,
Latapí menciona que:  Si en 1981 se estimaba que sólo 5 % de los investigadores de la educación contaban con doctorado, 16% con maestría, y 42% con licenciatura, hoy se
calcula (restringiéndonos a los investigadores registrados y activos en el
Sistema Nacional de Investigadores)  que 57% tienen doctorado, 30%
maestría y 2 % alguna especialidad (p.3). 
Como se hace referencia en la cita anterior, hasta el 2007 esas eran las cifras
manejadas en el Sistema Nacional de Investigadores, cifras que aún y cuando se
hayan modificado recientemente, muestran que se está trabajando y madurando,
sin embargo hay áreas de oportunidad en donde ahora, sólo se esperaría que ese
Sistema Nacional de Investigadores esté abierto a nuevas propuestas y trabaje de
manera interdisciplinaria, pero sobre todo que provoquen o que generen cambios
de paradigmas de acuerdo al contexto mexicano y no adecuaciones de otros
programas educativos aplicados en países con diferentes maneras de vivir como se
ha manejado desde la base de referencia del siglo XVIII y XIX con las ideas de la
Ilustración que procede de Europa.
Por otro lado, se muestra una realidad que rebasa cualquier expectativa
sobre el estatus de la educación en México, pues tomando en cuenta de que este país pretende comparar sus sistema educativo con otros de diversos países de
primer mundo, se puede observar que se necesita mucho más que tener una
cobertura del 90% o más en el nivel básico, para poder competir y figurar como
país con educación adecuada de acuerdo a sus condiciones en general. Se requiere
evidentemente una cobertura educativa del 100%  en el nivel básico y en
preparatoria, con el objetivo de así tener las mismas condiciones por lo menos en
lo que se refiere al servicio generalizado de la educación, tanto en el nivel básico
y en el nivel medio superior. Al respecto  de la educación en el nivel medio
superior, Moreno (2009) menciona que en el nivel preparatoria, México tuvo una
cobertura durante el ciclo 2007 – 2008 de un 58% de la totalidad de la población
estudiantil de esa edad, que comparado con Chile que tiene una cobertura de 93%,
Cuba 86.6% y Argentina un 79.1%, se puede apreciar la gran adolescencia de un
sistema educativo generalizado para todos los ciudadanos.
Basado en lo anterior se puede confirmar de nuevo la gran falta de
coherencia del discurso que se maneja a nivel público y político, y que deja
mucho que desear debido a la poca congruencia que éste tiene con la realidad que
viven muchos mexicanos en diversas partes del país, pues aún y cuando se
comenta que México “salió mal” en los resultados del examen de PISA aplicado
por la OCDE, los medios de comunicación nacional y los funcionarios públicos
no hacen de dominio público los datos que con  mucha reserva se abordan en
sitios específicos como la  “internet”, que son de poco interés para la gente común
y que a pesar de que estos datos son parte de la información masiva, no figuran en
el ámbito público, pues  los datos  que ahí se observan revelan una realidad que
provocaría un gran compromiso por parte del gobierno en turno para poder
eficienciar la educación desde todos los ámbitos, con el único objetivo de
establecer acuerdos y leyes, pero sobre todo asignar mayores recursos con
reglamentos bien definidos para que la educación llegara como debe ser a los
alumnos, completa, integral, y alejada de toda carencia y necesidad.
 Confirmando y retomando el tema de este ensayo, se puede constatar la
borrasca y la adolescencia que manifiesta el sistema educativo, en el cual se
pretende resolver la falta de calidad en la enseñanza y la falta de resultados, con
acciones efímeras y que muchas veces no son relevantes porque no son
generalizadas o universales, como por ejemplo el uso de la  enciclomedia, que está
quedando obsoleta, pues a falta de recursos y de capacitación a los docentes, éstas
están siendo inservibles, puesto que es tecnología que necesita actualización y
mantenimiento continuo. La utilización de tales programas o proyectos de
innovación, no son generalizados ni uniformes para todo el país, lo que genera una
gran desventaja para los centros educativos que no cuentan con tal tecnología y
por lo tanto también genera desventaja en los alumnos que no tienen el privilegio
de estar interactuando con programas y con tecnología de esas características,
provocando así un desbalance y deficiencia en el servicio que se le presta a la
comunidad. 

El papel de la prensa en el siglo XIX y XXI

El papel de la prensa en el devenir histórico de la educación en México, ha
sido crucial, puesto que aún con posturas establecidas, con información
manipulada y direccionada en algunas ocasiones, se ha observado un avance de
ideas, una postura algunas veces liberal y otras veces conservadora de quienes
publican. Hablando del siglo XIX durante los años de 1840 al 51, se pueden
destacar varias publicaciones y varios periódicos como “El Diario del Gobierno”
que publica el 27 de mayo de 1840 acerca del poco apoyo que la compañía
Lancasteriana ha obtenido a pesar de que había incursionado de una manera
fructífera dentro del ámbito educativo del país, además en 1845 deja ver la
problemática que implicaban los pagos para los docentes de la época, publicando
que había un rezago en los pagos de los maestros (Meneses, 1998).
Ahora bien, durante el siglo XIX, se puede observar que la prensa toma un
papel con diferentes matices como el que hizo patente en el año de 1868 en donde según Meneses (1998) el 18 de marzo publica el diario “El Universal” que se
consideraba un absurdo suprimir la religión como parte de la formación de
alumnos, así como también publica una ley establecida en el año de 1860 acerca
de la protección del culto católico. Esto hace notar tendencias de postura que se
manifestaban en esa época y que eran parte del proceso que se estaba presentando
debido a la gran lucha entre el pensamiento liberal y conservador.
En base al análisis del papel de la prensa en el siglo XXI con respecto a  la
comunicación de resultados del examen de PISA, se puede observar una gran
intencionalidad y desinformación, puesto que como ya se comentaba,  la prensa y
la televisión sólo publican los resultados finales  sin hacer aclaraciones pertinentes
de las condiciones y contextos que prevalecen tanto en los contextos de países con
altos niveles educativos y el contexto mexicano, por lo que no se hace una crítica
íntegra de todos los aspectos que infieren de una u otra manera en los deficientes
resultados que tiene la educación en México y que debido a eso, colocan al país en
un muy despreciable lugar en el ámbito internacional.

Visión de mejora

Durante uno de los congresos recientes llevado a cabo en el año de 2007, el
investigador Pablo Latapi Sarre, hace una perspectiva un poco histórica y
visionaria, partiendo desde las ideas que tenían los aborígenes mexicanos sobre
las eras vividas por la humanidad, ubicando la época actual bajo el quinto sol.
Tomando en cuenta que el quinto sol esta por terminar y que la humanidad debe
establecer cambios estructurales para provocar una reconstrucción o renacimiento
de ideales, así como también, formas de percibir y actuar desde los ámbitos
personal, laboral y cultural. Se propone que desde perspectiva, abordar las áreas
de mejora del sistema educativo, basándose en cinco actores de la comunidad
educativa, que partiendo de sus debilidades se propondrán aspectos de mejora
desde la perspectiva real, sabiendo que aún y cuando son propuestas ambiciosas, no dejan de dibujar el ideal para establecer esos cambios que generarían el
nacimiento de una nueva era en la educación.
 En el transcurso del siglo XX se han generado indicios de mejora de la
calidad en la educación, como por ejemplo se observa que en 1982 se generó un
Plan Maestro que “proponía por primera vez políticas de desarrollo de la
Investigación Educativa (IE) (…), para ser acordadas con los directivos de las
instituciones; los primeros inventarios de revistas especializadas (…); y el
establecimiento de nexos con instituciones del extranjero”(Latapí. 2007. P4). Este
Plan duró 2 años, sin embargo y como se puede apreciar, durante el transcurso del
presente análisis, se han presentado diferentes avances, que surgen de propuestas
de mejora basándose en la suma de buenas voluntades de diferentes personajes y
grupos de académicos, que lo único que pretenden es fortalecer el sistema
educativo partiendo de la promoción de investigación que se pueda consolidar,
para así, dar paso a mejoras sustanciales que puedan brindar posibilidades de
superación a los docente y estudiantes que son los principales actores dentro de la
maraña educativa.
Otro de los aciertos que se observó a finales del siglo pasado fue “La
constitución del Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE) en 1993
como organismo que (….) promueve la calidad de la IE y que publica la Revista
Mexicana de Investigación Educativa” (Latapí. 2007 p.4). Consejo que viene a
establecerse como base de inicio,  por lo que se espera que continúe estableciendo
políticas de investigación educativa que indague, analice, implemente y proponga
programas, procesos, metodologías y recursos pedagógicos dentro del contexto
mexicano, porque como se mencionó anteriormente, por lo regular se
implementan recursos y visiones educativas que funcionan en contextos ajenos a
las condiciones del país. Tomando en cuenta por ejemplo que:  El 44 por ciento de la población vive debajo de la línea de pobreza y el 20
por ciento debajo de la línea de pobreza extrema. El empleo es
radicalmente insuficiente; cada año once y medio millones de personas se
refugian en el sector informal y medio millón emigra en busca de trabajo
(Latapí.2007. P6).
Lo anterior establece una necesidad de diseñar e implementar esquemas de
control y de seguimiento con respecto a la investigación en la educación, para así
proporcionar bases fundamentadas y evitar la toma de decisiones inadecuada, que
como se observa durante todo el proceso histórico, el sistema se ha distinguido
por tomar unilateralmente y de acuerdo a los intereses políticos y a veces
particulares, decisiones que no llegan más allá de proporcionar una educación sin
calidad. Ahora, retomando las energías que Latapí menciona en su discurso como
elementos primordiales de mejora en el ámbito educativo en México, se buscará
en base a ellas,  establecer propuestas de mejora que pudieran proyectarse hacia a
la comunidad y que no pretende ir más allá de lo que como propuestas se pueden
retomar para la mejora en un futuro y así tener fundamento bien estructurado y de
manera escrita acerca de lo que se puede hacer en el contexto educativo. 
Las cinco instancias que intervienen directamente en la calidad de la
educación y que propone  Latapí son: a) Gobierno Federal, b) Congreso de la
Unión, c) Empresarios, d) El Magisterio y e) La sociedad. Instancias en las que
según lo planteado y de acuerdo a una visión en particular, serán abordadas con
propuestas de mejora que estarán a consideración del lector, para que de una
manera crítica, establezca criterios sobre la viabilidad, así como la
complementación y reestructuración de las mismas.
En cuanto al Gobierno: se propondrían dos aspectos importantes y que
surgen de la reflexión de acuerdo a lo antes analizado. Uno de ellos es la
asignación de una mayor cantidad de dinero al rubro de la educación, no como fin de satisfacer la parte operativa, sino para darle auge a al investigación, otorgando
más recursos a los maestros que tengan como proyecto de vida el fortalecimiento
de sus habilidades investigativas; como segundo aspecto sería la reasignación de
quehaceres y deberes de la Secretaría de Educación y el Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación, siendo este segundo, quien se ha ido extralimitando
en su quehacer, por lo que se ha provocado un desequilibrio en el proceso de
selección e ingreso de personas al sistema educativo, caracterizándose casi en su
totalidad, como un proceso ausente de pasos metódicos y bien estructurados, para
permitir que sean los mejores maestros quienes ingresen a trabajar con los
estudiantes de educación  básica.
El Congreso de la Unión tendría que actualizarse con acuerdos que
permitieran visualizar políticas que mejoraran el ámbito educativo en el país,
proponiendo reformas mejor sustentadas; para estos acuerdos se propondría que se
apoyaran de equipos de científicos multidisciplinarios como asesores que les
permitieran tener una visión holística de la problemática del contexto real
mexicano y actuar en función de ellas para que las reformas o acuerdos tuvieran
mayores posibilidades de éxito.
Los empresarios tendrían que tomar un papel más activo dentro de la
comunidad educativa nacional, proponiendo programas de capacitación,
proporcionando facilidades de prácticas profesionales mediante convenios con la
Secretaría de Educación y Universidades del país, permitiendo trabajar
colaborativamente intercambiando experiencias por medio de  sus expertos hacia
los  docentes de las escuelas, capacitando maestros en el manejo de instrumental
de sus empresas para que por medio de ellos se puedan preparar  alumnos que
como futuros egresados  deberán satisfacer las necesidades de las empresas,
proveer espacios para realizar exámenes de aptitudes y proporcionar becas con
compromisos de trabajo a  alumnos destacados, proveer de mejores instalaciones a
escuelas en colaboración con el Gobierno Federal sin que necesariamente esté de
por medio el objetivo de ser exento de impuestos. Así como los aspectos antes mencionados podrían existir muchos más que permitirían tener una mayor
intervención de las empresas dentro del sistema educativo, sólo con el afán de
mejorarlo.
 El magisterio, si no es la instancia más importante, el la que directamente
interactúa con la materia prima que son los estudiantes y que como tal, requiere un
cúmulo de compromisos que permitirían mejorar la situación educativa, por tal
motivo se propondrían acciones de cambio estructurales y significativas
importantísimas como: compromiso de superación continua de los docentes,
prácticas adecuadas de enseñanza, utilización de metodologías vanguardistas que
se amolden al contexto escolar, variación de procesos de evaluación, ser
investigador de su entorno, ser reflexivo y autoevaluarse continuamente en busca
de áreas de oportunidad, madurez para recibir propuestas de mejora profesional y
tener vocación de servicio. Por todo lo mencionado, se tienen que establecer
procesos rigurosos de evaluación de la práctica docente y permitir que la
capacitación sea continua y valorada con procesos escalafonarios más
actualizados y congruentes, así como mejores procesos en la evaluación de carrera
magisterial.
La sociedad, aunque se menciona al final, no deja des ser un factor
importante, debido a que es ahí donde las exigencias deben hacerse presentes,
además de la participación activa de los padres dentro del proceso de enseñanza
de sus hijos. Por lo general se observa gran pasividad por parte de los padres de
familia que dejan a la deriva los procesos de cambio evolutivo natural de los niños
y adolescentes, asignando la responsabilidad a los maestros, aún y cuando saben
que es únicamente responsabilidad de ellos, estar al pendiente del fomento de
valores y de actitudes adecuadas de sus hijos ante la sociedad, argumentando en la
generalidad la falta de tiempo por exceso de trabajo o compromisos.
Ahora, la prensa juega un papel importante en el fomento de valores y de
actitudes de los estudiantes, por lo cual se podría empezar por no “satanizar” la labor del docente y por establecer propuestas educativas que generaran en los
jóvenes una actitud de curiosidad por conocer más utilizando como medio,
programas más informativos y educativos, omitiendo programas que no instruyen
ni proponen situaciones para analizar y pensar.
  



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