lunes, 26 de noviembre de 2012

LA EDUCACIÓN SOCIALISTA


La educación socialista se fundamenta en las teorías marxistas, entendidas como una interpretación del hombre y el mundo que se opone a las interpretaciones burguesas tradicionales. Karl Marx y Frederich Engels expusieron en una amplia obra los principios de esta educación y pusieron los cimientos de la misma, sin embargo no fueron los únicos que se ocuparon de ella. Efectivamente, por una parte encontramos antecedentes de la educación marxista en figuras de la importancia de: Platón, en el S. IV con sus obras La República y las Leyes, Tomás Moro y Campanella en los siglos
XVI y XVII, los autores de la Ilustración en el s. XVIII y Owen y Fourier en el s. XIX, por citar solo los más importantes. Todos estos filósofos y pensadores, a pesar de la distancia en el tiempo, comparten la idea común de que la educación puede ser la fuente de todo bien o de todo mal, según la usemos y la inculquemos. También asocian educación con trabajo productivo. Contemporaneos o posteriores a Marx y Engels pero estrechamente ligados a la educación socialista debemos mencionar a Makarenko, Gramsci, Sujomlinski, los teóricos de la reproducción social de la escuela, como Bourdieu y Passeron, Baudelot y Establet y también Althusser. Por último debemos mencionar a Suchodolski. Pero de todos hablaremos de forma pormenorizada un poco más adelante. Principios de la Educación marxista. Marx y Engels, para elaborar su teoría, parten de la crítica a la educación unilateral o capitalista (donde hay escuelas para obreros y escuelas para burgueses) a la que contraponen la formación omnilateral del hombre en igualdad de circunstancias.
Las concepciones educativas de Marx y Engels utilizan como instrumento práctico el método marxista, realista y crítico, que parte de lo concreto, estudia los hechos y sus contradicciones y plantea la transformación de la realidad.
Los hechos deben servir de base a la teoría, pero la teoría debe plantearse cambiar los hechos. No basta interpretar el mundo, lo más importante es cambiarlo.
Las concepciones educativas de Marx y Engels tienen en cuenta al hombre de su tiempo que vive en una época en que la gran industria está ya definitivamente establecida. En lugar de aplicar unas ideas educativas preconcebidas, ellos extraen las ideas de la propia  estructura económica y del sistema de producción capitalista.
Los tres grandes principios educativos socialistas serán la gratuidad, la laicización y la ya citada educación politécnica. Para Marx y Engels es muy importante el principio de la omnilateralidad de la polivalencia. Se entiende por polivalencia la preparación para el desempeño de cualquier trabajo y el desarrollo total de las capacidades de hombre, pero también la atención de todas sus
necesidades. Los contenidos concretos de la enseñanza marxista abarcarán tres aspectos: la educación intelectual, la educación física y la instrucción politécnica.
La enseñanza marxista reniega de la Iglesia en tanto en cuanto afirma que esta se rige por principios burgueses. Por esto se define como laica, mixta y, como ya se ha dicho,  gratuita. La combinación de educación con trabajo productivo constituye el fundamento de la pedagogía socialista.
 

Pedagogos del socialismo
Marx y Engels fueron los teóricos del socialismo y en parte de la educación socialista, pero el  socialismo dio importantes educadores y pedagogos que ya hemos mencionado.
Makarenko (1888-1939) dirigió dos colonias escolares, una de ellas (Colonia Gorki) dedicada a la formación de niños y jóvenes delincuentes, y escribió y ofreció numerosas conferencias dedicadas a temas pedagógicos. En la colonia Gorki se trabajaba mucho el sentimiento de cohesión y unidad que Makarenko entendía fundamental para conseguir los objetivos pedagógicos, así como la renuncia de los colonos a los intereses personales. La primera obligación del alumno era anteponer los intereses de la colonia y del Estado soviético a los propios. Las comunas debían mantenerse a sí mismas y se insistía en el valor social del trabajo productivo por servir a la comunidad. Makarenko no está de
acuerdo en relacionar escuela y trabajo. La disciplina es un objetivo a conseguir desde la familia, planteada como una necesidad vital para la construcción de la sociedad comunista y el éxito de la Unión Soviética. Se opone a los postulados de la Escuela Nueva.
En su experiencia rechaza que la educación deba fundamentarse en las necesidades del niño; las necesidades esenciales son las de la colectividad. Para que el niño tenga fuerza de voluntad es preciso enseñarle disciplina y renuncia.
Su pedagogía está dirigida a formar futuros ciudadanos comunistas con un sentimiento profundo del deber y de la responsabilidad para los objetivos soviéticos, espíritu de colaboración y solidaridad, formación política y capacidad para conocer a los enemigos del pueblo. Dos ideas fundamentales que resumen los objetivos educativos de  Makarenko son la confianza en la sociedad soviética y su fe en las posibilidades de la educación
Antonio Gramsci (1891-1937) pensador marxista de origen humilde. Las dificultades de su
vida,  le llevaron a definir la  pedagogía del  esfuerzo y el  principio de la autodisciplina,  como elementos pedagógicos fundamentales.
Para Gramsci la crisis educativa era el reflejo de la crisis de la sociedad capitalista, por lo que plantea una reforma cultural ligada a la transformación socio-política y económica. La cultura debe estar fundamentada sobre la igualdad de los hombres. Es necesario afirmar la propia personalidad, lograr una conciencia crítica y liberarse de la ignorancia.
Dentro  de  su  planteamiento,  tienen  especial  función  los  intelectuales que  deberán  ser dirigentes que se inmiscuyan en la vida práctica como organizadores. Deben estar junto al pueblo,dirigir, formar un bloque histórico entre masas e intelectuales, en el que estos últimos elaboran y dan coherencia a las concepciones y problemas que las masas plantean en su actividad práctica. Para elevar el nivel intelectual de los trabajadores será preciso que el Estado cree otras instituciones como círculos, asociaciones y clubs, coordinados por asociaciones políticas y sindicales. Desde su concepción pedagógica defiende una educación intermedia entre el liberalismo y el autoritarismo.  Incluye  la  exigencia  marxista  de  la  polivalencia,  de  la  omnilateralidad  y  del desarrollo integral y, asimismo, la que entiende como necesaria disciplina similar a la “disciplina consciente” de Lenin que imponga hábitos, normas y limitaciones a la libertad individual. Su  principio educativo implica la relación de la  escuela con la vida pero además  debe contener  la integración entre trabajo e instrucción,  capacidad de dirigir  y de producir,  teoría y práctica, pensamiento y acción.  El  papel  del  maestro  es  fundamental  como  representante  de  la  conciencia  crítica  de  la sociedad que sume  el  papel  de  mediador  entre  la  sociedad general  y la comunidad educativa. Adquiere el  papel  de dirigente,  de intelectual  que deberá ser  formado para ello.  Tiene un lugar privilegiado siempre que recicle sus funciones y desempeñe los nuevos roles que de él espera una
sociedad socialista. Es  partidario de  una escuela  obligatoria única que permita aprender  a pensar,  estudiar  y dirigir. La escuela tendrá dos fases: una, de carácter humanístico (trabajo intelectual y manual) y otra  en  la  que  se  desarrollarán  los  valores  fundamentales  del  humanismo,  la  autodisciplina intelectual y la autonomía.
Gramsci no hablará nunca de la inserción del niño en la fábrica,  sino de desarrollar en los
niños la capacidad de trabajo en un proceso escolar coordinado con la fábrica pero independiente de ella. Sujomlinski (1918-1970) se le considera el gran pedagogo del comunismo soviético del siglo XX junto a Makarenko y padre de la corriente conocida como personalismo educativo.  Trabajó durante 35 años con niños como maestro,  y desde su escuela,  orientó gran parte el pensamiento pedagógico soviético desde una perspectiva personalista frente a la doctrina oficial de lo colectivo y el grupo frente a lo individual y personal. Se  basa  en  presupuestos  característicos  de  la  Escuela  Nueva  occidental,  como  el paidocentrismo y el  idealismo,  pero a su vez los combinaba con los principios de la educación socialista. Su método pedagógico se conoce también como escuela de la alegría, puesto que ésta junto a la felicidad y la libertad se convierten en la base de su pedagogía. Basa la enseñanza en la felicidad y alegría infantil porque un niño preocupado o triste no está en condiciones de aprender, de ahí su obsesión por preparar el ambiente escolar adecuado. Sus planteamientos educativos pretenden demostrar que también es posible educar mediante este sistema a los adolescentes sin que por ello falte el rigor y la exigencia precisa para que los alumnos adquirieran los conocimientos y habilidades previstas. En la escuela creaba “campos de tensión” motivadores del estudio e interés voluntario por los proyectos. La motivación se conseguía a partir de los intereses del niño y mediante el juego. También se valoraba el factor social y comunitario, puesto que defiende la necesidad de desarrollar todas las posibilidades del educando en un ambiente colectivo de trabajo. La idea esencial de este maestro es la interrelación de todos los factores que intervienen en la educación.
La escuela no tiene como escenario el  aula,  sino la naturaleza.  El  método es el  despertar emocional  de la razón,  el  enseñar al  niño a pensar,  pero  dirigiéndose al  sentimiento y sólo a través de éste a la mente. Evitaba las actividades competitivas que pudieran humillar a los menos capaces y se mostraba partidario de la gimnasia,  la emulación de la belleza y la armonía de los movimientos.
Sujomlinski, cree en el niño y en su capacidad y procura aleccionar a los maestros bajo estas mismas directrices, al tiempo que insiste en la necesidad de la autoinstrucción o autoeducación.



5. La escuela capitalista al servicio de la reproducción social
Desde la perspectiva marxista, la reproducción de la fuerza del trabajo y la diversidad de sus cualificaciones es una de las bases del capitalismo. El capitalismo crea instituciones al margen de la producción,  una de las más importantes es la escuela que enseña las habilidades necesarias a la producción y forma ideológicamente a los miembros según el puesto que están llamados a ocupar en las formaciones sociales. La esencia del Estado es el poder de dominación política y económica de las clases poseedoras sobre las poseídas. La función es perpetuar la explotación. La función de reproducción  del  aparato  escolar  pone  en  manos  de  la  burguesía  un  instrumento  de  lucha  y
dominación sobre las clases trabajadoras.
Se entiende que las acciones pedagógicas impuestas corresponden a los intereses de las clases dominantes que seleccionan los contenidos que mejor sirven a sus intereses.
Los autores se refieren a la acción pedagógica primaria y al trabajo pedagógico primario para indicar el aprendizaje que se da en la familia. Los alumnos que llegan a la escuela después de haber recibido la acción y el trabajo primario en una familia acomodada están en ventaja. En la práctica, el trabajo secundario a realizar será mucho mayor cuando el trabajo primario ha sido escaso y las posibilidades de éxito muchas menos que los que han tenido el privilegio de recibir las atenciones familiares.  Existen dos redes de escolarización,  una llamada a producir  “trabajadores intelectuales” la otra a formar  “trabajadores manuales.” A través de la escuela las clases dirigentes perpetúan la  situación social. La única solución es acabar con la escuela capitalista y con todo su sistema de funciones al  servicio de la reproducción.


6. La teoría educativa de Suchodolski
 
Este pedagogo polaco,  para la construcción de su teoría educativa,  parte de la crítica a la educación tradicional, ya que entendía que la escuela había nacido en unas condiciones sociales y culturales totalmente distintas de las actuales y ya no responden a las exigencias presentes, al no preparar a las generaciones jóvenes en la responsabilidad y en los valores para la nueva vida social y cultural. Se imponía educar a individuos valiosos, hombres desarrollados en todos los aspectos y con una plasticidad intelectual que les permita buscar nuevas soluciones y seguir el ritmo de los progresos científicos y tecnológicos. La pedagogía tradicional no contribuye a la participación creadora en la vida social y cultural, tiende a reproducir las desigualdades y a perpetuar las situaciones de privilegio. Suchodolski  plantea  la  educación  del  futuro  dentro  del  socialismo.  El  futuro  habrá  de conformarse bajo el signo del creciente papel de la ciencia y la técnica en la vida humana, de la mayor responsabilidad de todos en relación con los problemas sociales comunes, bajo el desarrollo de la instrucción y la cultura de las masas y de las nuevas victorias en la lucha por la liberación nacional y social de los pueblos oprimidos. La sociedad dependerá del grado en que sus miembros sepan realizar su actividad profesional y social al nivel que de ellos exigirán los progresos de la
ciencia, la técnica, la economía y la organización social. El problema para planificar la educación del futuro está en que no se sabe qué tareas y qué condiciones se presentarán en el futuro. Según este pedagogo, la educación socialista puede concebirse por los términos siguientes: sociedad, cultura y trabajo; esto es, la preparación con miras a la participación activa en la sociedad, para la realización creadora del trabajo profesional y para la participación activa en la vida cultural, en los cuales se refleja la tendencia de la sociedad socialista a realizar la convergencia de los intereses sociales y la satisfacción de las necesidades crecientes de
tipo individual. La pedagogía socialista debe formar a un nuevo modelo humano, en el que se concilien el pasado con el futuro, los problemas e intereses individuales con los sociales, las tareas aisladas con las cooperativas.
Para la educación del futuro se muestra partidario de una perspectiva integradora, esto es, plantear lo intelectual,  lo moral  y lo estético de forma integrada.  La práctica se dirige a toda la personalidad del sujeto y le permitirá formarse de una manera polivalente, multifacética. Gracias a ello,  el  individuo alcanza su pleno desarrollo,  se vuelve más racional,  sensible y activo,  siendo capaz de vivir y actual según las exigencias de la cultura científica y de pensar según los modelos científicos.
La pedagogía socialista habrá de ser capaz de  integrar el estudio y el trabajo.  El  trabajo
pierde su carácter alienante al convertirse en el reflejo de la necesidad fundamental humana de la acción creadora. El joven no debe trabajar para producir, sino en cuanto se forma y desarrolla. Otra dimensión de esta pedagogía,  es la combinación e  integración de las  enseñanzas de tipo general y las  de  tipo profesional.  El  trabajador  debe estar  preparado para  abandonar  su especialidad y enfrentarse a otro tipo de trabajo.
Además debe integrarse la escuela y la vida, la actividad pedagógica no puede limitarse a
educar a los niños, debe incluir a jóvenes y adultos. Esta perspectiva de Suchodolski  pretende acabar  con el  antagonismo  individuo-sociedad, porque el desarrollo del hombre y del mundo se encuentra en estrecha relación, siendo el desarrollo
del mundo un producto de las actividades humanas y siendo las actividades humanas un producto del desarrollo de ese mundo. Lo mismo ocurre con la dualidad presente-futuro, el futuro no es lo que  los  hombres  esperan  que  sea,  sino  el  producto  de  lo  que  se  está  forjando  gracias  a  sus actividades presentes, sus logros y sus errores, de esta manera ambos conceptos están relacionados.
En definitiva,  la escuela tiene que estar  abierta al mundo, facilitar los contactos entre los alumnos y el medio social para fomentar valores de participación y asumir responsabilidades. Se deben seleccionar los contenidos no pudiendo faltar las ciencias matemáticas y físicas, la química y la biología,  las ciencias sociales y las humanísticas,  así como el estudio de la estructura de la ciencia.
De forma integrada aparece la educación moral destinada a integrar al hombre en una acción concreta,  enseñarle  a  actual  adecuadamente  y  participar  en  la  vida  social,  basándose  en  la comprensión de las consecuencias sociales de su actividad personal.
También este  pedagogo tiene  muy en cuenta,  los  aspectos  personales como parte  de  la educación integral, por lo que sugiere fomentar las facultades creativas, imaginativas y expresivas.

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