Introducción
La educación en México ha ido
tomando forma a través del tiempo, forma que no se ve realmente definida debido
a los constantes cambios estructurales en la política, la cultura y el gobierno
de este país, cambios que se han gestado
durante el siglo XIX y que fueron manifestaciones de diferentes
acontecimientos y tendencias internacionales
retomadas desde la antigüedad y que tomaron fuerza durante los períodos de las
ilustraciones generadas principalmente en Europa. Sin embargo habría que
mencionar que la educación en México, dentro sus altas y sus bajas, ha
manifestado un gran avance que aún no es suficiente, tomando en cuenta que éste
se compara con países que son parte de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE), en donde países como Japón, Finlandia, Inglaterra
y Suiza, figuran por su buen desempeño en el ámbito educativo. Esto ocasiona
que en el momento de hacer comparativas en cuanto al nivel de desempeño en la
instrucción, se observe el bajo nivel presentado por México, sin tomar en
cuenta las condiciones reales de un país
que depende de un sistema de gobierno deficiente y que a pesar de eso, trata de
mejorar aún y cuando las situaciones contextuales no son las mismas que en los
países antes mencionados. Situación que se ha venido presentando desde los
orígenes de este País, afirmación que toma como referencia en este escrito, la
incertidumbre que se vivía en el siglo XIX y que ha prevalecido hasta nuestro
siglo XXI en diferentes niveles yaspectos que a continuación se abordarán. De acuerdo a los comentarios anteriores,
durante el desarrollo del presente
análisis se expondrán diferentes variables que podrían justificar y sustentar
lo antes mencionado, para así tener una visión de cómo se fueron gestando
esos avances y cuáles fueron los motivos
que ocasionaron el estancamiento y el desorden educativo que aún prevalecen en
nuestras instituciones.
Así como también, se realizarán
comparativas de resultados en cuanto al nivel educativo de diferentes países y
que permitirá observar el camino recorrido durante el siglo XIX en materia
educativa, comparado con la cobertura que se tiene de la educación en el siglo
XXI y finalizando con un análisis del nivel educativo de México con respecto a
países integrantes de la OCDE para tener una perspectiva completa y
fundamentada de lo que falta por hacer en el sistema educativo de manera
general.
Religión y sociedad
Durante el siglo XVIII se inicia una
nueva visión acerca del conocimiento mediante la razón llamada Ilustración,
esta se basó en el empirismo y liberalismo de John Locke, el cual toma fuerza
aunque la religión, en esos momentos, todavía mantenía un gran dominio de ideas
en la mayoría de los pensamientos europeos, sin embargo surgía una nueva forma
de pensar en la que se le daba prioridad al conocimiento surgido de la
explicación basada en experiencias planteadas como parte de un método
experimental o proceso establecido en las ciencias. Durante ese proceso se
manifestaron los puntos de vista liberales y empiristas en diferentes países
como Inglaterra, Francia, Alemania y España. Esta última como base de nuestra
cultura, permeó la visión de la
educación en la Nueva España durante ese mismo siglo y además en los primeros
años del siglo XIX en donde se observaba un gran desorden e ignorancia, pues el
clero todavía manifestaba dominio de ideas en la gran república de la Nueva
España. La gran variedad de etnias y
mezclas de razas que eran características de la nueva España, evidenciaban la
diferencia entre los distintos sectores sociopolíticos y socioculturales,
debido a que, previo al siglo eran muy marcadas
las razas de acuerdo a su “tipo de estirpe o sangre” los cuales le daban
a un individuo las condiciones de vida, que en su caso, se heredaban de
generación en generación a menos de que
existiera una posibilidad de ascender dentro de la escala social comprando con
dinero su “nueva posición” dentro de la misma. Durante esta época y en la
primera mitad del siglo, se le obligaba a los maestros a impartir clases de
religión, por lo que se manifestaba el gran control del clero en cuanto a las
ideas de los ciudadanos que manifestaban una característica de sumisión e
ignorancia, pues el pensamiento liberal no había arraigado sus principales
ideas sino hasta después de la independencia del país. Durante la independencia de la primera mitad
del siglo XIX surgen las escuelas de las
primeras letras y la acción de las escuelas lancasterianas, que aunque fueron
aceptadas durante casi todo el siglo, también fueron criticadas por la prensa
del país en esos tiempos, opinando que en las escuelas sólo se le enseñaba a
las personas para aparentar y no para “ser” y además también se mencionaba que
la escuela enseñaba cosas inútiles, banales y de poca utilidad para la vida.
Por otra parte, surge también por primera vez la propuesta de la educación
pública y gratuita durante los primeros “ensayos” sobre lo que debería ser la
educación en el país en esos tiempos. Con respecto a los ensayos, el primero se
realizó en el año1823, sin gran novedad o avance estructurado y determinante,
debido a que fue el primero de una larga lista de buenas voluntades que fueron
cambiando y originando las características actuales del sistema educativo en
México. Durante estos ya mencionados “ensayos”, se observaron cambios que nunca
tomaron el nivel de ley, sin embargo sí regían el sistema de manera momentánea
en ésa parte de la historia, debido a la gran inconsistencia de los gobiernos y
sus posturas filosóficas. Ahora, la educación con matices católicos o
religiosos, siguió vigente, hasta que con las reservas del caso, fue apareciendo la palabra “laicismo”
junto con la visión liberal que proclamaba la época ilustrada de la nueva
nación, ocasionando posturas encontradas y pugnas de pensamiento con respecto
al manejo del escepticismo y la religiosidad o “fe” como rector del pensamiento humano.
La borrasca que presentaba el nuevo
país surgido de una conquista que ocasionó múltiples tendencias de pensamiento
por la contaminación de ideas de segregación racial, fue la causa de su futuro
incierto, en donde se observan grandes inconsistencias en el aspecto educativo,
pues era evidente que durante ésa época se encargaban más de las cuestiones de
dominio político y no de instruir a los ciudadanos. Se observa también que a
pesar de tal postura del gobierno, existían personas que serían claves en
promover la educación, en parte como la conocemos ahora “pública y gratuita”,
uno de esos personajes fue Lucas Alaman quien en 1832 apoyó el quinto ensayo
para las nuevas letras y la ilustración como necesidad del pueblo, como se
observa en el Artículo 1o. del mencionado ensayo y que dice que “la enseñanza costeada por los
fondos públicos será pública, gratuita y uniforme” (Meneses, 1998. P. 116).
Algo que se observa durante esta
década y durante las actuales, es que la educación quedaba relegada a un
segundo o tercer término, debido a que los gobiernos vigentes tomaban como
pretexto que se debía cubrir, en primer término, las necesidades básicas no
satisfechas por el mismo gobierno en la sociedad, por lo que no había
suficiente dinero para poner en marcha dichos ensayos, dejando la educación de
las personas a su suerte y relegando la parte fundamental de los derechos de
las personas como, el acceso a la educación por debajo de las necesidades
básicas fundamentales como el derecho a la vida y libertad, tal fue el caso de
los ensayos de 1823 y 1826 que no se llevaron a la práctica por escaso recursos
económicos. Otro aspecto que se observa, es que los gobiernos imponían posturas
ideológicas que se originaban en el vaivén de presidentes que permanecían poco
tiempo y que cambiaban también las formas de operar del sistema educativo que
estaba bajo su mando, originando una anarquía total, como lo sucedido durante
el gobierno de Santa Anna de 1834 a 1835. La incertidumbre en la educación se hacía
manifiesto en esas épocas junto con otras situaciones, como la inestabilidad
del país de manera general ocasionada por la poca infraestructura carretera y
de comunicaciones, que no permitía la implementación de un sistema educativo
que pudiera controlarse de manera adecuada, por lo que el gobierno recurría a
las parroquias de cada uno de los pueblos para que los clérigos apoyaran en las
laborees educativas, dejando al clero un campo muy amplio de acción que hacía
vigente la educación con tinte religiosos aún y cuando ya existían posturas que
estaban a favor del conocimiento empírico que no iba de acuerdo con la visión
teológica de la educación de esos tiempos.
Educación de género
En lo que respecta a la educación de
género, es importante señalar que desde los antepasados prehispánicos, se
realizaban de manera separada, continuando así en algunos casos hasta nuestra
actualidad, porque aún este tipo de organización, se presenta en instituciones
particulares, no así en las instituciones públicas, en donde no se permite la
incursión de la religión y la educación separada por motivos constitucionales.
Hablando en cuanto a la preparación educativa que se les proporcionaba a las
mujeres del siglo XVIII y XIX, se puede mencionar que las mujeres estaban
confinadas al uso de la aguja y el hilo y en el mejor de los casos, se les
preparaba con respecto al fortalecimiento y refinación de los buenos modales
así como también se les proporcionaba instrucción sobre los quehaceres del
hogar, quedando así de manifiesto la segregación de la mujer durante esas épocas,
segregación que se ha seguido presentando en algunos estratos de la sociedad,
como el laboral, político, cultural y el educativo.
En estos casos las mujeres siempre
han tenido ese estigma de mal trato y etiqueta de función dentro de las
sociedades, que de cierta manera proporcionaban en esas épocas tranquilidad a
las mismas, estableciendo patrones de conducta que en la actualidad se observan
obsoletos, debido a que la mujer ha mostrado gran capacidad de superación y de
desarrollo de competencias y habilidades que han venido manifestando a través
de la historia. Las discriminaciones van desde el núcleo familiar, donde se
asignaban funciones específicas e inflexibles, hasta el ámbito laboral, en
donde no se le permitía a la mujer ganar más que un colega varón. Esta
situación se repite hasta la actualidad, por lo que se tiene mucho que hacer
desde ese punto de vista. Uno de los
aspectos más deplorables de incertidumbre durante la educación en siglo XIX,
era que la mujer no tenía opción de superación, aún y cuando se le permitía
tener participación dentro del ámbito educativo. Por tal motivo se observa una
casi nula participación dentro de la vida política del país, siendo los actores
de la educación en esa época casi en su totalidad varones, que aunque no
demostraban tener la suficiente
capacidad, eran seleccionado por el compadrazgo o nepotismo para ocupar puestos
políticos de alto nivel durante los períodos y mandatos de distintos
presidentes de la nueva república, hechos que originaban de cierta manera un
antecedente inadecuado que generó lo que se llama “educación adolescente”,
educación que en México se presentó notablemente con todos los actores que por
“influencias” seleccionaban gentes poco capacitadas para tales puestos, en
donde se requerían además de una preparación, competencias evidentes que pudieran
hacer la diferencia dentro del sistema educativo mexicano de esa época. El término “adolescente” no se refiere a un
sistema educativo joven, que en comparación con los países europeos mencionados
como parte del origen de la ilustración, sí podría utilizarse ese calificativo,
sin embargo, el término se refiere a que el sistema educativo mexicano en esos
tiempos, adolecía de forma, estructura, fundamento, coherencia, congruencia y
tantos calificativos más, porque siendo un país que se gestaba como independiente,
se observaba una gran falta de orden de ideas, debido a su pluriculturalidad.
Además, las ansias por obtener el poder de ciertos estratos con pensamientos
divergentes, hacían que la educación se manifestara como un péndulo que
oscilaba entre pensamientos de liberalidad y conservacionismo. Junto con la
deficiencia de estructura organizacional, se observaba una gran carencia de
infraestructura que impedía el desarrollo adecuado de las pocas academias que
existían principalmente en el centro de la república, que hacinaban a una gran
cantidad de alumnos en espacios relativamente pequeños y que por tal motivo,
los maestros de aquella época tenían que apoyarse de alumnos avanzados y de
buen comportamiento, con el fin de hacer un buen trabajo en la impartición de
la instrucción hacia los alumnos menos favorecidos en diferentes aspectos como
disciplina, conocimiento o habilidades de lectoescritura, tal es el caso del
sistema Lancasteriano, que permitía el apoyo de “monitores”, los cuales eran
alumnos avanzados que ayudaban a maestros a comunicarles o transmitirles
conocimientos a los alumnos que iniciaban proceso educativo.
Método Lancasteriano
La escuela Lancasteriana fue muy
importante durante el siglo XIX, debido a que con ella se permitió tener una primera
incursión como sistema educativo en casi toda la nación, no obstante fue muy
criticada debido a sus propios métodos de trabajo, pues permitía el castigo
corporal de los alumnos que causaban problemas, permitía los azotes y castigos
con correctivos muy severos. Sin embargo casi después de la primera mitad del
siglo y durante el regreso del gobierno Juarista de 1868, se permitió que la
escuela lancasteriana tomara las riendas de la educación con limitantes que
iban desde oprimir la enseñanza religiosa y evitar los castigos corporales y
psicológicos a los estudiantes de las escuelas, generando así una mayor
confianza hacia el sistema educativo, en particular hacia las escuelas Lancasterianas.
Ahora, si se piensa en la actualidad, se podría afirmar de acuerdo a las
situaciones que estudiantes experimentaron en algunas ocasiones, que desde la
enseñanza de las primeras letras durante el transcurso del siglo XX y hasta el siglo
XXI, se escucha a los, hoy adultos, decir que en las escuelas en donde estudiaron,
habían tenido una especie de maltrato, que iba desde imponer orejas de burro,
hasta los azotes en las sentaderas y en las manos, o en el peor de los casos
lanzamiento de proyectiles, como borradores, gises y otros objetos, que se lanzaban
directo hacia la cabeza o cualquier parte del cuerpo del estudiante en cuestión.
Esto denota que hasta la actualidad prevalecen estos tipos de prácticas que
adolecen de fundamento pedagógico y carecen de buen trato y respeto a los derechos
de los seres humanos. Todavía en la actualidad se puede observar en algunos
medios de comunicación, que en pleno siglo XXI se presentan casos, aunque
aislados, muy serios en cuanto al maltrato de estudiantes en las escuelas, que
van desde el psicológico al físico y sexual, por parte de algunos integrantes del
personal de las escuelas. Esto permite englobar el punto de vista de que el sistema
educativo mexicano, ha ido arrastrando a través de una buena parte de la historia,
un lastre, como lo es el sistema de correctivos a la manera del sistema educativo
Lancasteriano, que ha permeado y ha sido muy difícil erradicar del sistema de
prácticas educativas en México.
Una de las cualidades del sistema
Lancasteriano, es que permitía a los profesores de esa época, tener el control
de la disciplina de los pupilos aunque de manera autoritaria, además les
permitía mantener ocupados a los alumnos durante gran parte del día,
permitiendo que las actividades sociales se llevaran a cabo de una manera
fluida y sin problemas. Sin embargo este sistema de enseñanza fue muy criticado
durante la segunda parte del siglo XIX,
que en el período del regreso de Juárez hacia el año de 1867, se les prohíbe terminantemente el tipo de maltratos
a los que los alumnos eran expuestos, y se cambia por decreto la manera de
proceder de los maestros con respecto a los alumnos, siendo un parte aguas para
el cambio o modificación de los procesos de enseñanza en el siglo, además, como
ya se había señalado anteriormente, es importante enfatizar que durante este período, donde se promulgan las leyes de Reforma, se
suprime la enseñanza religiosa dentro de las escuelas que enseñaban con el
sistema lancasteriano.
Constitución de 1857
Uno de los parte aguas que marca el
progreso del sistema educativo en México y que prevalece hasta la actualidad,
es la proclamación de la Constitución de 1857 que toma en cuenta la educación
declarándola libre y exenta de los votos monásticos, además, deroga los privilegios del
clero, lo cual generó una gran inconformidad
por parte de los pensadores que iban con la doctrina conservadora, generándose
así la Guerra de Reforma de 1859 en donde ya se mencionó que los liberales
fueron los triunfadores. Sin embargo y a pesar de todo lo que se ocasionó,
después de la Constitución surgen en 1861 y 1865 durante el período del
paréntesis del imperio de Maximiliano, el undécimo ensayo y el duodécimo ensayo
educativo respectivamente, que proponían la creación de escuelas para niños de
ambos sexos y la inclusión del estudio del sistema de pesas y medidas, además
de suprimir el catecismo y sustituirlo por la enseñanza de la moral. Otro de
los aspectos que se observan durante el duodécimo ensayo, es la enseñanza gratuita
y obligatoria, que también fueron ejes rectores durante esa época. Es
importante hacer mención que la constitución, aunque no fue determinante hasta
la actualidad, sí sentó un precedente ideológico que permitió darle forma al
pensamiento educativo del país, debido a que hasta la actualidad se puede
observar que la educación, aunque se fue gestando como laica y obligatoria, por
las influencias de las ilustraciones europeas, no es sino hasta que se
estableció la constitución de 1857, donde toma fuerzas la idea de la educación
pública exenta del clero y de cualquier otra ideología. No obstante siguieron
existiendo hasta hoy, escuelas con tintes religiosos, debido a que el estado
tanto en la época del siglo XIX y hasta este siglo XXI, no pudo ni puede
ofrecer una educación para todos, lo que provoca que particulares establezcan
escuelas privadas como negocios familiares o en el caso de las iglesias,
establezcan centros educativos con el afán de promover sus pensamientos religiosos
paralelamente con el pensamiento científico establecido por el sistema
educativo nacional.
Esto hace ver la gran deficiencia
que se tiene para establecer cobertura total de la educación para los jóvenes,
que en gran parte, todavía se tienen que remitir a este tipo de centros
educativos con tientes religiosos y que muchas veces acaban con imponer
ideologías y provocar un gran desequilibrio de pensamientos que incurren hasta
en las ideologías políticas, sociales, morales y en general, culturales.
Pensamiento liberal vs conservador
Uno de los aspectos que originó la
borrasca e incertidumbre en el sistema educativo mexicano de la época, fue la
lucha entre el pensamiento liberal y el pensamiento conservador de algunos
actores de la política del país, como Félix Zuloaga (conservador) y Benito
Juárez (liberal), en donde éste último, propuso el plan de Ayutla que eliminó
privilegios para el clero, el ejercito y la clase acaudalada, originando una
lucha de la cual salió adelante Benito Juárez, siendo reconocido por
Norteamérica como Presidente de la República. Sin embargo y después de tal
evento, los conservadores al sentirse desplazados establecieron acuerdos con
Napoleón III de Francia , quien tuvo como acción de intervención, una guerra de invasión en nuestro país el año
de 1862 y que no surtió frutos para la mejora de la educación, debido a que
ésta, se relegaba al antojo de lo que en ese momento el poder tenía como
perspectiva de la misma, por tal motivo se presentaba como una necesidad a
medias, pues el pueblo en su infinita ignorancia no tenía el fundamento para
exigir una mayor atención en esa parte
tan importante que forma al ser humano como lo es la instrucción y el
conocimiento. Aún y cuando los
conservadores habían ganado con Napoleón III y Maximiliano (1863 – 1867) como
máximo jefe de la nación, al establecer reglas en cuanto a la educación, siguió
manteniéndola lejos de la injerencia del clero, aspectos que no formaban parte
del pensamiento conservador, porque para esa época, Francia lo tenía muy claro, pues ellos, hacía un
siglo habían cambiado sus formas de percibir la educación, en cuanto a la no
intervención del clero en esos asuntos educativos. Este fenómeno no fue muy del
agrado de los conservadores que se habían apoyado de los franceses para
establecer e imponer sus pensamientos. Uno de los aciertos del mandato de
Maximiliano, fue la creación de las Normales,
de ahí que estas fueron retomadas
durante la reconstrucción del gobierno
Juarista en 1867 con Barreda al frente de la educación del país.
Observándose en ese entonces una
división entre maestros de primera, segunda y de tercera, que según Barreda y
su ley, los dividía de acuerdo a las necesidades de ese entonces. Esta ley se
basaba en las características de las comunidades para así poder seleccionar el
tipo de maestros que debían hacerse cargo de las mismas. Otra de las
aportaciones de la reforma educativa de Barreda por encargo de Juárez, fue que
la enseñanza debía llevarse a cabo con el método experimental, por lo que
propone utilizar la inducción y deducción como parte de ese método de instrucción,
originando mejores posibilidades de desarrollo del pensamiento científico en
los alumnos de educación básica.
Las diferencias de los maestros de
primera, segunda y de tercera, partían desde el currículo de preparación, en
donde los maestros de primera tenían mayor carga académica, en comparación a
los maestros de tercera, que no tenían una gran variedad de asignaturas para
desarrollar según los programas específicos de cada uno, por lo que esto
permitía observar la segregación tanto de profesionistas como de estudiantes de
acuerdo a su “entorno”. En base a lo antes mencionado se puede observar que
seguía siendo un gran problema para los representantes del gobierno federal,
establecer métodos o modelos efectivos en la preparación de maestros y en la
educación en general. Sólo se observaba un eje rector en común y que hasta
nuestras fechas se puede observar como fruto de esa borrasca de pensamientos,
esto es, que la educación debe ser “gratuita, y laica”.
Escuelas Normales
Las escuelas Normales tuvieron un
auge importante durante esta época, debido a que la figura del maestro cobra
importancia desde que el pensamiento de la ilustración, liberal y empirista,
surgen desde el viejo continente, sin embargo la figura del clérigo no
disminuye su importancia dentro de la instrucción sino hasta fines del siglo en
donde se consolidaron las escuelas Normales como únicas capacitadoras de maestros y que permitían
tener una mejor visión en el ámbito educativo
del país. Aún y cuando existieron momentos difíciles en cuanto a la economía de
los maestros, estos no dejaron de existir debido a la vocación de muchos de
ellos que soportaban condiciones precarias para impartir sus clases, revisiones
periódicas de “autoridades de la educación”, exámenes de aptitudes y currículos
totalmente fuera de la realidad que se vivía en México en esos tiempos. Las
escuelas Normales fueron cruciales para que el sistema educativo no colapsara
en esos tiempos de irregularidades y diferencias del pensamiento humano. Ahora,
con respecto a la división que existía en las escuelas donde separaban a los hombres
de las mujeres, se observó que en las Normales también separaban el currículo
de los hombres y el currículo de las
mujeres, pues estas estaban asignadas a transmitir
quehaceres del hogar y técnicas de manualidades, lo cual ponía en franca
desventaja la profesión y el conocimiento que las mujeres podrían adquirir para
su superación personal, tanto para las maestras como para las alumnas. Es evidente que durante todo el proceso de
creación, implementación y seguimiento de las Escuelas Normales del país, se
tiene de manifiesto que ha habido cambios significativos con respecto a la
actualidad, como el de ahora permitir que la Normal sea igual para todos, sin
importar el género o ideología, sin embargo, se puede observar también que el
ejercer como Maestro todavía a dejado mucho qué desear, pues a causa de la creación
de esquemas escalafonarios inflexibles y de poco criterio, se ha creado una
clasificación implícita de maestros de primera, de segunda y de tercera.
Esto obedece también a los esquemas
sindicales que están impregnados de corrupción y que han permeado también el
sistema educativo hasta la Secretaría de Educación, puesto que ahora aún y
cuando existen exámenes de oposición, se sabe que existen plazas asignadas de
manera directa a personas con las que se adquieren compromisos de diversas
maneras, por lo que se sigue observando la gran carencia de acciones de fondo
que permitan establecer sistemas confiables y que permitan el acceso al trabajo
a docentes, con competencias reales para desempeñar el arduo trabajo que
implica la educación.
Resultados de los congresos de Instrucción
Durante el porfiriato se realizaron
tres congresos de instrucción obteniendo resultados muy favorables y que daban
sentido a la propuesta de lo que la educación debería tener como base de forma
en esos tiempos de incertidumbre. Con la mejora de la infraestructura de los
caminos y redes ferroviarias, se pudo proponer la existencia de maestros
itinerantes y se propuso también durante este primer congreso, descentralizar
las escuelas, tratando de crear escuelas no sólo en las cabeceras municipales
sino también en los pueblos pertenecientes a ella, es por eso que durante esos
congresos se podía observar las necesidades que en esos tiempos partían desde
la infraestructura insuficiente, aspecto que vino a establecer una prioridad
para el período del porfiriato. Durante este primer congreso también se propuso
dignificar el ingreso económico de los maestros, sin dejar a un lado la visita
de inspecciones escolares para revisar el desempeño de los mismos. En lo que
respecta al segundo congreso, en éste surge como propuesta la creación del
libro de texto, que se origina como una excelente propuesta que en tiempos
posteriores toma importancia y se lleva hasta nuestros tiempos, además se habla
de los útiles e infraestructura necesarias para el trabajo en las escuelas, propuesta
que de cierta manera es adecuada debido a que como se mencionó anteriormente,
en aquellos tiempos se tenían que hacinar una gran cantidad de Estudiante en espacios
muy limitados y con carencias de materiales didácticos y utensilios como
bancos, pizarras y pizarrones, que eran y son básicos hasta nuestros tiempos.
Estas acciones y acuerdos, permitían ver la gran suma de buenas voluntades que
se pretendía conjuntar para que la educación tuviera un repunte durante esa
época, pues algo que sí tenía como visión el presidente Porfirio Díaz, era la
mejora de la infraestructura en todos los aspectos de la vida nacional. Ahora,
durante el tercer congreso no se obtienen grandes acuerdos significativos; sólo
se habló del cultivo de las humanidades y de la identidad nacional en la educación,
ya que en esos momentos era indispensable, puesto que la república no tenía
forma ni definición debido a la diferencia de estratos y de posturas políticas.
Recapitulando estos tres congresos, se
puede observar la suma de grandes voluntades que después se cristalizarían
durante el siglo XX y que hasta esta época, todavía se pueden observar como
importantes acuerdos que se hicieron ley y que permitieron ir dando forma a lo
que hoy prevalece como sistema educativo nacional. Sin embargo es obvio que se
necesita trabajar todavía en cuanto a educación se refiere, debido a que como
se analizará más adelante, México está compitiendo con países con economías de
primer mundo y que tienen altos untajes ante organismos internacionales, en
donde México no figura debido a su bajo desempeño y calidad en la educación del
país.
El período del porfiriato
En el Porfiriato, lejos de las
posturas encontradas sobre su dictadura y suproceder, se observó que mostraba
interés por mejorar la educación del país, sin embargo no era suficiente para
satisfacer las necesidades que como pueblo tenía esta nación, en cuanto a las
indispensables necesidades de comer y tener vestido para sobrellevar la vida,
además la educación que se impartía tenía aún la característica de ser
centralizada en su mayor concentración y elitista en su acción. Esto originaba
la inconformidad del pueblo que estaba sumido en el letargo de la pobreza y la
explotación.
En esta época se manifestaron tres
etapas que son: la de pacificación, apogeo y decadencia. Cabe mencionar que
durante la etapa de pacificación, son tomados el método Fröebel y Pastalozzi de
enseñanza aplicados en Veracruz; que venían mostrando un gran éxito en su
aplicación con los estudiantes de esas regiones, sobre todo con el método de
Fröebel, el cual proponía la enseñanza objetiva basada en el aprendizaje activo
del niño; este método tomó el nombre de Kindergarten, método que hasta esta
época sigue vigente.
Es por eso que la educación en este
siglo, aunque deficiente, sentó bases importantes para la caracterización de la
educación en general de tiempos recientes
en esta nación y que se podría decir, que si se hubiera tenido un mejor
seguimiento de estos modelos exitosos y se hubieran aplicado con mayor rigurosidad
dentro del sistema educativo de esa época y la actual, se estaría
hablando de un mejor lugar en el
ámbito internacional o mundial.
Ahora, durante el apogeo se consolidan
algunos aspectos que venían
teniendo presencia durante todo el
proceso del siglo, como lo son las escuelas
normales, las preparatorias y la
educación laica y obligatoria, es por eso que
durante el proceso evolutivo de la
educación en esos tiempos es de vital
importancia observar que en esa
parte de la historia se implementaron, aunque con
las deficiencias ya mencionadas
respecto a lo elitista de la educación y a las pocas
posibilidades de los pobres. Con la
última fase de decadencia vino todo el proceso
de revolución de ideas que terminó
por el ya conocido destierro de Porfirio Díaz y
que inició una nueva etapa en la
vida educativa del país, aunque no con muchos
cambios y sí con muchas necesidades
que cubrir debido a la revuelta generalizada.
La escuela veracruzana
La escuela veracruzana aportó un
gran cúmulo de ideas y métodos exitosos
que desafortunadamente eran
dirigidos y propuestos por extranjeros como lo son
Enrique Laubsher (alemán) y Enrique
Rébsamen (suizo), quienes aplicaron los
métodos de Fröebel y Pestalozzi en
la educación básica de ese estado mexicano.
Este es un aspecto que se debe analizar y discutir debido a que siempre en
situaciones de necesidades de
proponer innovación en cualquier ámbito de la
sociedad, México ha estado a merced
de lo que otras personas en otros países han
implementado y les ha funcionado,
sin tomar en cuenta los distintos contextos que
conllevan el éxito de la
implementación de programas educativos. Estas
situaciones se han presentado desde
la antigüedad y han prevalecido hasta
nuestros tiempos, ocasionando lo que
se mencionaba anteriormente sobre la
adolescencia del sistema educativo
mexicano. En este aspecto, se observa que la
falta de iniciativa para la
propuesta e implementación de métodos que puedan
funcionar en el contexto educativo
de México. Una vez más, queda en evidencia
el mal que se ha venido arrastrando desde los tiempos antiguos y que
siguen
vigentes en los procesos y dinámicas
del trabajo en cuanto a los planes,
programas y hasta las posturas
pedagógicas y filosóficas, así como los métodos de
enseñanza, dejando atrás la
creatividad de algunos mexicanos que no son
escuchados y que están a la espera de
realizar propuestas que pudieran funcionar,
siempre y cuando existiera la
posibilidad de un cambio estructural de fondo y
forma, como es el caso en el que
existen pocos investigadores en la educación en
el país, que también son poco
valorados y que sufren las consecuencias de la
ignorancia por posturas que asumen
perjudicando así, los intereses de algunas
personas que están en puestos de
poder y que se limitan a considerar a personas
que siguen tendencias establecidas
por ellos.
Proyección de eficiencias terminales del siglo XIX y XXI
Durante el siglo XIX y
específicamente a finales del mismo, se puede
observar un avance con respecto a la
visión estadística que se tenía en cuanto al
servicio de educación que el Estado
brindaba a su pueblo, quedando así un
antecedente valioso sobre la
situación educativa del momento. A pesar de todos
los congresos y ensayos que se
realizaban en la época y que cambiaban con el ir y
venir de líderes, a pesar de que
existía una gran voluntad por brindar educación
adecuada al pueblo, ésta no se
consolidaba. Hechos que se observaban
cuando los
congresos quedaban sólo en acuerdos
obtenidos. Lo antes mencionado se puede
constatar observando la estadística
de ese entonces, para que comparándola con la
estadística actual, se pueda tener
un panorama más amplio de los avances en
materia de educación básica media y superior en México. Por lo que
iniciando
con el comparativo, se puede
observar que la eficiencia terminal durante el siglo
XIX fluctuaba entre un 2.5% y un
3.5% de la matrícula nacional que por
mencionarlo era de entre 51, 606
alumnos de educación básica en el año de 1897
y 48,856 alumnos en el año de 1900
(Meneses, 1998), esto deja ver que existía en
ese entonces una deserción de entre
el 96% y 97% de la totalidad de los alumnos inscritos, tomando en cuenta
también, que la matrícula no cubría en sus totalidad
el territorio nacional (Moreno,
2009).
Esto permite ver la gran dimensión
del problema que implicaba brindar
educación a todo un pueblo y que la
borrasca que en ese entonces se vivía en
México, no permitía poner énfasis en
la atención a la educación de los mexicanos,
generando un gran hueco educativo
que no se ha podido resolver aún y en
nuestros tiempos, debido a que si se
toma en cuenta que se ha logrado un gran
avance en comparación con aquella
época, es claro que aún se necesita más que
eso, para poder competir en cuanto a
educación se refiere con otros países con los
que se compara México y que a pesar
de que esos países también han tenido
situaciones particulares que
sortear, han podido salir adelante y han logrado una
educación por lo menos generalizada,
que les permite estar en estándares muy por
arriba de la situación en la que se
encuentra este país en los organismos
internacionales como la OCDE, que
establece sistemas de evaluación y que
realiza comparativas económicas y
educativas de diferentes países del mundo que
pertenecen al mismo.
Hablando de proyecciones sobre la
cobertura de la educación y la eficiencia
terminal entre el siglo XIX y XXI se
puede observar que en México en los
primeros años del siglo XXI, se
manifestó un avance de eficiencia terminal según
(Rodríguez, Nakamura & Moreno,
2008) de un 94.4% de una matrícula nacional
de 21, 463,861 estudiantes de nivel
básico, de entre los cuales no asiste a la
escuela el 5.6% de alumnos a nivel
nacional. Que traducido a números específicos
no asisten 1, 205,152 alumnos que
corren el peligro de quedar en el camino. Esto
hace notar que aún y cuando ha
habido un avance notablemente significativo, no
se ha podido cubrir un 100% de la
educación para la población estudiantil de
educación básica, pues a parte de
que esa cantidad de individuos corren el peligro
de no terminar, existe una
proyección que mencionan los mismos autores acerca
de que el Consejo Nacional de
Población (CONAPO) sostiene que de seguir con
esta tendencia para el ciclo
escolar 2015 – 2016 se espera que
705,840 alumnos de entre 6 y 15 años, no terminen sus educación básica. Ahora,
con respecto a la
educación superior que imparte el
estado se puede mencionar que según Latapí
(2007) “En 1970 existían 2
licenciaturas universitarias en Pedagogía con 270
estudiantes, hoy hay cerca de 100
con más de 12,000 estudiantes” (p.3). Esto
quiere decir que aún hay mucho que
hacer con respecto a la implementación de
procesos de capacitación a
profesionistas para crear en ellos las ganas de
superación continua, debido a que
también se observa que durante el siglo XX y
específicamente, “En 1970 había sólo una Maestría en
Pedagogía, por 1979 eran
ya 18, y hoy sobrepasan las 150”
(Latapí, 2007. p 3). En cuanto a los posgrados,
Latapí menciona que: Si en 1981 se estimaba que sólo 5 % de los
investigadores de la educación contaban con doctorado, 16% con maestría, y 42%
con licenciatura, hoy se
calcula (restringiéndonos a los
investigadores registrados y activos en el
Sistema Nacional de
Investigadores) que 57% tienen
doctorado, 30%
maestría y 2 % alguna especialidad
(p.3).
Como se hace referencia en la cita
anterior, hasta el 2007 esas eran las cifras
manejadas en el Sistema Nacional de
Investigadores, cifras que aún y cuando se
hayan modificado recientemente,
muestran que se está trabajando y madurando,
sin embargo hay áreas de oportunidad
en donde ahora, sólo se esperaría que ese
Sistema Nacional de Investigadores
esté abierto a nuevas propuestas y trabaje de
manera interdisciplinaria, pero
sobre todo que provoquen o que generen cambios
de paradigmas de acuerdo al contexto
mexicano y no adecuaciones de otros
programas educativos aplicados en
países con diferentes maneras de vivir como se
ha manejado desde la base de
referencia del siglo XVIII y XIX con las ideas de la
Ilustración que procede de Europa.
Por otro lado, se muestra una
realidad que rebasa cualquier expectativa
sobre el estatus de la educación en
México, pues tomando en cuenta de que este país pretende comparar sus sistema
educativo con otros de diversos países de
primer mundo, se puede observar que
se necesita mucho más que tener una
cobertura del 90% o más en el nivel
básico, para poder competir y figurar como
país con educación adecuada de
acuerdo a sus condiciones en general. Se requiere
evidentemente una cobertura educativa
del 100% en el nivel básico y en
preparatoria, con el objetivo de así
tener las mismas condiciones por lo menos en
lo que se refiere al servicio
generalizado de la educación, tanto en el nivel básico
y en el nivel medio superior. Al
respecto de la educación en el nivel
medio
superior, Moreno (2009) menciona que
en el nivel preparatoria, México tuvo una
cobertura durante el ciclo 2007 –
2008 de un 58% de la totalidad de la población
estudiantil de esa edad, que
comparado con Chile que tiene una cobertura de 93%,
Cuba 86.6% y Argentina un 79.1%, se
puede apreciar la gran adolescencia de un
sistema educativo generalizado para
todos los ciudadanos.
Basado en lo anterior se puede
confirmar de nuevo la gran falta de
coherencia del discurso que se maneja
a nivel público y político, y que deja
mucho que desear debido a la poca
congruencia que éste tiene con la realidad que
viven muchos mexicanos en diversas
partes del país, pues aún y cuando se
comenta que México “salió mal” en
los resultados del examen de PISA aplicado
por la OCDE, los medios de
comunicación nacional y los funcionarios públicos
no hacen de dominio público los
datos que con mucha reserva se abordan
en
sitios específicos como la “internet”, que son de poco interés para la
gente común
y que a pesar de que estos datos son
parte de la información masiva, no figuran en
el ámbito público, pues los datos
que ahí se observan revelan una realidad que
provocaría un gran compromiso por
parte del gobierno en turno para poder
eficienciar la educación desde todos
los ámbitos, con el único objetivo de
establecer acuerdos y leyes, pero
sobre todo asignar mayores recursos con
reglamentos bien definidos para que
la educación llegara como debe ser a los
alumnos, completa, integral, y
alejada de toda carencia y necesidad.
Confirmando y retomando el tema de
este ensayo, se puede constatar la
borrasca y la adolescencia que
manifiesta el sistema educativo, en el cual se
pretende resolver la falta de
calidad en la enseñanza y la falta de resultados, con
acciones efímeras y que muchas veces
no son relevantes porque no son
generalizadas o universales, como
por ejemplo el uso de la enciclomedia,
que está
quedando obsoleta, pues a falta de
recursos y de capacitación a los docentes, éstas
están siendo inservibles, puesto que
es tecnología que necesita actualización y
mantenimiento continuo. La
utilización de tales programas o proyectos de
innovación, no son generalizados ni
uniformes para todo el país, lo que genera una
gran desventaja para los centros
educativos que no cuentan con tal tecnología y
por lo tanto también genera
desventaja en los alumnos que no tienen el privilegio
de estar interactuando con programas
y con tecnología de esas características,
provocando así un desbalance y
deficiencia en el servicio que se le presta a la
comunidad.
El papel de la prensa en el siglo XIX y XXI
El papel de la prensa en el devenir
histórico de la educación en México, ha
sido crucial, puesto que aún con
posturas establecidas, con información
manipulada y direccionada en algunas
ocasiones, se ha observado un avance de
ideas, una postura algunas veces
liberal y otras veces conservadora de quienes
publican. Hablando del siglo XIX
durante los años de 1840 al 51, se pueden
destacar varias publicaciones y
varios periódicos como “El Diario del Gobierno”
que publica el 27 de mayo de 1840
acerca del poco apoyo que la compañía
Lancasteriana ha obtenido a pesar de
que había incursionado de una manera
fructífera dentro del ámbito educativo
del país, además en 1845 deja ver la
problemática que implicaban los
pagos para los docentes de la época, publicando
que había un rezago en los pagos de
los maestros (Meneses, 1998).
Ahora bien, durante el siglo XIX, se
puede observar que la prensa toma un
papel con diferentes matices como el
que hizo patente en el año de 1868 en donde según Meneses (1998) el 18 de marzo
publica el diario “El Universal” que se
consideraba un absurdo suprimir la
religión como parte de la formación de
alumnos, así como también publica
una ley establecida en el año de 1860 acerca
de la protección del culto católico.
Esto hace notar tendencias de postura que se
manifestaban en esa época y que eran
parte del proceso que se estaba presentando
debido a la gran lucha entre el
pensamiento liberal y conservador.
En base al análisis del papel de la
prensa en el siglo XXI con respecto a la
comunicación de resultados del
examen de PISA, se puede observar una gran
intencionalidad y desinformación,
puesto que como ya se comentaba, la
prensa y
la televisión sólo publican los
resultados finales sin hacer
aclaraciones pertinentes
de las condiciones y contextos que
prevalecen tanto en los contextos de países con
altos niveles educativos y el
contexto mexicano, por lo que no se hace una crítica
íntegra de todos los aspectos que
infieren de una u otra manera en los deficientes
resultados que tiene la educación en
México y que debido a eso, colocan al país en
un muy despreciable lugar en el
ámbito internacional.
Visión de mejora
Durante uno de los congresos
recientes llevado a cabo en el año de 2007, el
investigador Pablo Latapi Sarre,
hace una perspectiva un poco histórica y
visionaria, partiendo desde las
ideas que tenían los aborígenes mexicanos sobre
las eras vividas por la humanidad,
ubicando la época actual bajo el quinto sol.
Tomando en cuenta que el quinto sol
esta por terminar y que la humanidad debe
establecer cambios estructurales
para provocar una reconstrucción o renacimiento
de ideales, así como también, formas
de percibir y actuar desde los ámbitos
personal, laboral y cultural. Se
propone que desde perspectiva, abordar las áreas
de mejora del sistema educativo,
basándose en cinco actores de la comunidad
educativa, que partiendo de sus
debilidades se propondrán aspectos de mejora
desde la perspectiva real, sabiendo
que aún y cuando son propuestas ambiciosas, no dejan de dibujar el ideal para
establecer esos cambios que generarían el
nacimiento de una nueva era en la
educación.
En el transcurso del siglo XX se han generado
indicios de mejora de la
calidad en la educación, como por
ejemplo se observa que en 1982 se generó un
Plan Maestro que “proponía por
primera vez políticas de desarrollo de la
Investigación Educativa (IE) (…),
para ser acordadas con los directivos de las
instituciones; los primeros
inventarios de revistas especializadas (…); y el
establecimiento de nexos con
instituciones del extranjero”(Latapí. 2007. P4). Este
Plan duró 2 años, sin embargo y como
se puede apreciar, durante el transcurso del
presente análisis, se han presentado
diferentes avances, que surgen de propuestas
de mejora basándose en la suma de
buenas voluntades de diferentes personajes y
grupos de académicos, que lo único
que pretenden es fortalecer el sistema
educativo partiendo de la promoción
de investigación que se pueda consolidar,
para así, dar paso a mejoras
sustanciales que puedan brindar posibilidades de
superación a los docente y
estudiantes que son los principales actores dentro de la
maraña educativa.
Otro de los aciertos que se observó
a finales del siglo pasado fue “La
constitución del Consejo Mexicano de
Investigación Educativa (COMIE) en 1993
como organismo que (….) promueve la
calidad de la IE y que publica la Revista
Mexicana de Investigación Educativa”
(Latapí. 2007 p.4). Consejo que viene a
establecerse como base de
inicio, por lo que se espera que
continúe estableciendo
políticas de investigación educativa
que indague, analice, implemente y proponga
programas, procesos, metodologías y
recursos pedagógicos dentro del contexto
mexicano, porque como se mencionó
anteriormente, por lo regular se
implementan recursos y visiones
educativas que funcionan en contextos ajenos a
las condiciones del país. Tomando en
cuenta por ejemplo que: El 44 por ciento
de la población vive debajo de la línea de pobreza y el 20
por ciento debajo de la línea de
pobreza extrema. El empleo es
radicalmente insuficiente; cada año
once y medio millones de personas se
refugian en el sector informal y
medio millón emigra en busca de trabajo
(Latapí.2007. P6).
Lo anterior establece una necesidad
de diseñar e implementar esquemas de
control y de seguimiento con
respecto a la investigación en la educación, para así
proporcionar bases fundamentadas y
evitar la toma de decisiones inadecuada, que
como se observa durante todo el
proceso histórico, el sistema se ha distinguido
por tomar unilateralmente y de
acuerdo a los intereses políticos y a veces
particulares, decisiones que no
llegan más allá de proporcionar una educación sin
calidad. Ahora, retomando las
energías que Latapí menciona en su discurso como
elementos primordiales de mejora en
el ámbito educativo en México, se buscará
en base a ellas, establecer propuestas de mejora que pudieran
proyectarse hacia a
la comunidad y que no pretende ir
más allá de lo que como propuestas se pueden
retomar para la mejora en un futuro
y así tener fundamento bien estructurado y de
manera escrita acerca de lo que se
puede hacer en el contexto educativo.
Las cinco instancias que intervienen
directamente en la calidad de la
educación y que propone Latapí son: a) Gobierno Federal, b) Congreso
de la
Unión, c) Empresarios, d) El
Magisterio y e) La sociedad. Instancias en las que
según lo planteado y de acuerdo a
una visión en particular, serán abordadas con
propuestas de mejora que estarán a
consideración del lector, para que de una
manera crítica, establezca criterios
sobre la viabilidad, así como la
complementación y reestructuración
de las mismas.
En cuanto al Gobierno: se propondrían dos aspectos
importantes y que
surgen de la reflexión de acuerdo a
lo antes analizado. Uno de ellos es la
asignación de una mayor cantidad de
dinero al rubro de la educación, no como fin de satisfacer la parte operativa,
sino para darle auge a al investigación, otorgando
más recursos a los maestros que
tengan como proyecto de vida el fortalecimiento
de sus habilidades investigativas;
como segundo aspecto sería la reasignación de
quehaceres y deberes de la
Secretaría de Educación y el Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación, siendo
este segundo, quien se ha ido extralimitando
en su quehacer, por lo que se ha provocado
un desequilibrio en el proceso de
selección e ingreso de personas al
sistema educativo, caracterizándose casi en su
totalidad, como un proceso ausente
de pasos metódicos y bien estructurados, para
permitir que sean los mejores
maestros quienes ingresen a trabajar con los
estudiantes de educación básica.
El Congreso de la Unión tendría que actualizarse con
acuerdos que
permitieran visualizar políticas que
mejoraran el ámbito educativo en el país,
proponiendo reformas mejor
sustentadas; para estos acuerdos se propondría que se
apoyaran de equipos de científicos
multidisciplinarios como asesores que les
permitieran tener una visión
holística de la problemática del contexto real
mexicano y actuar en función de
ellas para que las reformas o acuerdos tuvieran
mayores posibilidades de éxito.
Los empresarios tendrían que tomar un papel más
activo dentro de la
comunidad educativa nacional,
proponiendo programas de capacitación,
proporcionando facilidades de
prácticas profesionales mediante convenios con la
Secretaría de Educación y
Universidades del país, permitiendo trabajar
colaborativamente intercambiando
experiencias por medio de sus expertos
hacia
los
docentes de las escuelas, capacitando maestros en el manejo de
instrumental
de sus empresas para que por medio
de ellos se puedan preparar alumnos que
como futuros egresados deberán satisfacer las necesidades de las
empresas,
proveer espacios para realizar
exámenes de aptitudes y proporcionar becas con
compromisos de trabajo a alumnos destacados, proveer de mejores
instalaciones a
escuelas en colaboración con el
Gobierno Federal sin que necesariamente esté de
por medio el objetivo de ser exento
de impuestos. Así como los aspectos antes mencionados podrían existir muchos
más que permitirían tener una mayor
intervención de las empresas dentro
del sistema educativo, sólo con el afán de
mejorarlo.
El magisterio, si no es la instancia más
importante, el la que directamente
interactúa con la materia prima que
son los estudiantes y que como tal, requiere un
cúmulo de compromisos que
permitirían mejorar la situación educativa, por tal
motivo se propondrían acciones de
cambio estructurales y significativas
importantísimas como: compromiso de
superación continua de los docentes,
prácticas adecuadas de enseñanza,
utilización de metodologías vanguardistas que
se amolden al contexto escolar,
variación de procesos de evaluación, ser
investigador de su entorno, ser
reflexivo y autoevaluarse continuamente en busca
de áreas de oportunidad, madurez
para recibir propuestas de mejora profesional y
tener vocación de servicio. Por todo
lo mencionado, se tienen que establecer
procesos rigurosos de evaluación de
la práctica docente y permitir que la
capacitación sea continua y valorada
con procesos escalafonarios más
actualizados y congruentes, así como
mejores procesos en la evaluación de carrera
magisterial.
La sociedad, aunque se menciona al final, no
deja des ser un factor
importante, debido a que es ahí
donde las exigencias deben hacerse presentes,
además de la participación activa de
los padres dentro del proceso de enseñanza
de sus hijos. Por lo general se
observa gran pasividad por parte de los padres de
familia que dejan a la deriva los
procesos de cambio evolutivo natural de los niños
y adolescentes, asignando la
responsabilidad a los maestros, aún y cuando saben
que es únicamente responsabilidad de
ellos, estar al pendiente del fomento de
valores y de actitudes adecuadas de
sus hijos ante la sociedad, argumentando en la
generalidad la falta de tiempo por
exceso de trabajo o compromisos.
Ahora, la prensa juega un
papel importante en el fomento de valores y de
actitudes de los estudiantes, por lo
cual se podría empezar por no “satanizar” la labor del docente y por establecer
propuestas educativas que generaran en los
jóvenes una actitud de curiosidad
por conocer más utilizando como medio,
programas más informativos y educativos,
omitiendo programas que no instruyen
ni proponen situaciones para
analizar y pensar.
Conclusiones
Por lo antes analizado se puede
concluir que México, aunque es un gran
país, todavía tiene materias
pendientes en educación y una de ellas es la de
proporcionar, en primera instancia,
una educación para todos, principalmente en el
nivel básico y medio superior, para
qué de esta manera, los jóvenes puedan
tener
por lo menos un mejor panorama
acerca de lo que se espera de ellos en
un futuro,
Otra de las necesidades que se deben
cubrir, es la de proporcionar una educación
totalmente gratuita, que brinde
calidad en sus servicio, por lo que para lograrlo se
debe tomar en cuenta que se necesita
empezar por asignar un mayor presupuesto a
programas de desarrollo sustentable
dentro de las instituciones educativas;
proyectos que podrían estar bien
fundamentados y controlados por medio de la
Secretaría de Educación y que
brindarían la posibilidad de mejorar entornos
laborales para los docentes.
Otro de las asignaturas pendientes
es la profesionalización de los docentes
por medio de capacitación continua
real y efectiva, mejorando los famosos cursos
que cada año al inicio del ciclo
escolar se realizan, llamados “Talleres Generales
de Actualización” (TGA), que por lo
general terminan sin concretar cambios
sustanciales en las maneras de
impartir clases de los docentes. Continuando con
las áreas de mejora, se deberían
establecer mejores percepciones económicas para
los docentes que son subvalorados en
sus salarios y prestaciones, generando
actitudes inadecuadas que caen en
una deficiente labor docente.
Los cambios estructurales, como ya
se comentó, no serán de la noche a la
mañana, sin embargo no se debe dejar
a un lado que se conocen las problemáticas
que se iniciaron desde siglos atrás,
por lo que es tiempo de empezar a realizar
modificaciones en el sistema, desde
los lugares donde labora cada uno, para
que
así se provoquen nuevas y mejores
situaciones dentro del sistema educativo de
México.
Se podrían mencionar muchas más
asignaturas pendientes de acuerdo a la
clasificación antes realizada, pero
es necesario que sólo, en esta parte final, se
retomen las que competen a la parte
de cobertura, gratuidad, laboral y de
profesionalización del magisterio,
por lo que deben establecer con mayor detalle
posturas y propuestas de solución,
pues es ahí, donde la parte académica y el
desarrollo del estudiante se llevan
a cabo; por lo tanto la innovación
educativa se
debería centrar en áreas de mejora
que se aborden con el único afán, de cubrir la
totalidad de la población en edad de
estudiar y en segundo lugar, establecer en el
docente un visión de compromiso con
su profesión por medio de incentivos y
exigencias bien estructuradas por
parte del Gobierno.
Para finalizar, quedó implícito
durante este análisis histórico, que la
borrasca y la adolescencia de
nuestro sistema educativo, deja mocho qué desear,
por lo que sería importante plantear
no sólo críticas, sino propuestas y acciones
que terminaran en la visión de
mejora en un futuro próximo, para que este país,
que tiene muchos recursos tanto
naturales como humanos, pueda encausar sus
energías en aras de una superación
constante que lleve a la mejora en primera
instancia, de la calidad de vida de
los ciudadanos y por lo tanto la mejora de la
educación, así como la proyección de
México en los ámbitos nacional e
internacional en los rubros antes
mencionados.
Referencias
Latapí, P. (2007). ¿Recuperar la
esperanza? La investigación educativa entre
pasado y futuro. Mérida Yuc. : Conferencia de
Clausura. IX Congreso
Nacional de Investigación Educativa.
5-9 de noviembre de 2007.
Meneses, E. (1998). Tendencias educativas oficiales en
México: 1821-1911.
México: Centro de Estudios
Educativos y Universidad Iberoamericana.
Moreno, I. (2009). Calidad y
Evaluación de la Educación en México: Perspectiva
Legislativa. Presidencia de la
Comisión de Educación de la Cámara de
Diputados H. Congreso de la Unión.
México: XVI Jornadas de actualización
docente. Simposio "Institución
educativa, Gestión, Innovación y Tecnología
Educativa". Escuela de Ciencias
de la Educación.
Rodríguez, B., Nakamura, L. y
Moreno, M. (2008). Curso Básico de
Capacitación. Prioridades de la
Educación. México: Secretaría de educación
Pública.
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